9. La noche de las hogueras.

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— ¡No hasta que me pida perdón!— Exclamó Lizzie cruzando los brazos sobre su pecho mientras ponía pucheros de niña pequeña.

—Puedes tirar ese deseo en la hoguera, porque no pienso pedirte perdón por pesar que esta tradición es una estupidez. —Contestó Robert irónicamente.

— ¿Lo has oído Jo?

Pero yo ya no lo oía. Entre el humo y mis dos amigos aquella fiesta me estaba sacando de quicio. Y solo había un lugar en el mundo dónde quería estar, y ese era mi cómoda cama.

Por lo que inicié el camino hacía el internado por mi cuenta.

Pero al minuto me arrepentí. Al menos al dirigirnos hacía el claro, la luminosidad de la hoguera servía cómo una linterna. Ahora solo tenía la tenue luz de la linterna de mi móvil, que ni siquiera iluminaba a dos metros de distancia.

Además el sonido del viento meciendo las hojas de los árboles hacía que el vello de los brazos se me pusiera de punta.

De repente el sonido de una rama al romperse interrumpió el silencio del bosque. Mi corazón dio un vuelvo.

— ¿Quién anda ahí?—Pregunté yo tratando de que a pesar del miedo mi voz sonara lo más firme posible.

Qué sea un animal manso y bonito. Qué sea un animal manso y bonito.

—Tranquila, rubita. Soy yo. —La figura de Logan acababa de salir de entre los árboles con las manos extendidas hacía arriba en señal de paz, y por supuesto aquella sonrisa burlona en la boca.

—Hubiera preferido un asesino en serie. —Contesté yo con desdén mientras traba de hacer que mi respiración volviera a ser normal.

— ¿Y qué hace una chica indefensa y sola en medio del bosque de noche?—Inquirió Logan caminando a mi lado. La idea de que Logan se me uniera en la travesía hacía el internado no me hacía demasiada gracia, pero al menos no tenía que cruzar el bosque sola.

—He discutido con mis amigos. —Respondí encogiéndome de hombros. — Y que se te quede bien el cabeza, no estoy indefensa.

— ¿Y eso? ¿Estas cansados de que su amiga sea tan horriblemente amargada?

—No, de hecho en este caso son ellos los que me amargan a mí. ¡No pueden ni siquiera dejar de pelearse en una noche cómo esta! ¡La noche de las hogueras!—Protesté con enfado. Puede que yo no fuera una gran fan de las fiestas del internado, ni de las infinitas tradiciones del internado, pero era consciente de que aquel era el último año que íbamos a pasar los tres estudiando juntos.

— ¿Te refieres a la chica morena y al chico de gafas que te acompañan a todas partes, no? ¿Por qué han discutido en la noche de las hogueras?—Noté cierto deje de burla en la pregunta de Logan. Seguro que para él la noche de las hogueras no era tan importante.

Pero decidí ignorarle. Quería desahogarme con alguien. Y dado que justamente estaba enfadada con mis dos mejores amigos, las opciones eran limitadas.

— ¡Por los deseos que han tirado a la hoguera! ¿Lo ves normal? ¡Es una tontería! ¡Ni qué se fueran a cumplir!— Exclamé indignada. Robert y Lizzie discutían por cualquier cosa. Entendía que tenían un pasado tormentoso. ¿Pero no era acaso ya hora de encerrar el hacha de guerra y madurar un poquito?

— ¿No crees que los deseos se cumplan?

—No creo que tirar un papel a una hoguera vaya a cambiarme la vida. —Esperaba que Lizzie no estuviera por allí cerca para oír mi respuesta.

Jo es nombre de problemas. (JNENDC2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora