•|♔| Sesenta y nueve |♔| •

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Una semana después.
Jardín este del castillo.
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El día estaba algo nublado, pero eso no fue
impedimento para que Taehyung saliera al jardín junto con su esposo luego de horas de papeleo y organizando algunas cosas relacionadas con el ataque inminente que sorprendentemente aún no realizaban.

El omega quiso ir a ese lado del jardín porque quería utilizar su columpio, ya que solo lo había usado un par de veces desde que su esposo se lo regaló. El alfa se ofreció a empujarlo leve para amacarlo, cosa a lo que el menor no se negó para nada.

El viento que soplaba no era frío, solo un poco fresco, pero aún así Jungkook se quitó el saco que traía puesto y se lo dio para que se lo colocara porque suponía que iban a estar un rato fuera y no quería que se enfermara.

—Pero, ¿Y si sientes frío tú? —preguntó el
omega mirando hacia arriba para conectar sus ojos con los de su esposo, que abrochaba los botones del saco por él.

—Yo soporto más el frío que tú, amor —respondió simple, y se inclinó un poco más para besar su mejilla—. Además te queda precioso con el vestido que estás usando hoy. Te ves hermoso hoy también, mi amor.

Taehyung le sonrió algo tímido ante el halago, y le hizo una señal con la cabeza para pedirle que volviera a acercarse, y al hacerlo juntó sus labios en un beso dulce y cariñoso, para nada obsceno o con segundas intenciones.

—¡Altezas! —se escuchó una voz conocida
acercarse, y ambos se separaron para voltear a ver en la dirección en la que provenía.

—Kyungmin —nombró Taehyung al reconocerlo, y se puso de pie con algo de preocupación al notarlo algo alterado—. ¿Qué sucede?

—Alteza… —el pequeño omega tomó aire antes de continuar—. El señorito Jimin está aquí…Pero vino solo y está muy alterado, no deja de llorar y de pedir hablar con ustedes.

Ambos reyes se miraron, y tuvieron un muy mal presentimiento. No perdieron ni un segundo más y fueron hacia el castillo, más específicamente al despacho de ambos donde Kyungmin les había dicho que esperaba el omega de cabello rosado.

Taehyung estaba que el corazón no dejaba de acelerarse y un nudo se le formó en la boca del estómago debido a la preocupación. Y Jungkook no estaba muy diferente, ya que el que Park estuviera solo y llorando solo le hacía pensar en una sola cosa, una que no le gustó para nada.

—¡Jimin! —llamó Taehyung ingresando al despacho.

El omega pelirosa levantó la mirada y se puso de pie alejándose de los brazos de la querida Lucy que estaba intentando consolarlo, para correr a los brazos de su único y amado amigo.

—T-Tae, necesito su ayuda —pidió entre sollozos cuando los brazos del omega menor lo rodearon—. Y-Yoongi… Yoongi no regresó a casa…

Tanto Taehyung como Jungkook se tensaron al escucharlo decir eso, y se miraron con la misma preocupación.

—Ven… Siéntate e intenta calmarte, o puede que le haga mal a tu bebé, ¿Sí, alteza? —pidió tomando sus hombros para llevarlo hacia el sofá.

Logró hacer que se sentara y que se calmara un poco luego de servirle algo de agua y recordarle que estaba en cinta y podía afectar al bebé su estado de ánimo. Jungkook solo se mantuvo de pie al lado de ambos, esperando a que el omega se explique, que le dijera qué estaba mal con su amigo.

—A-Ayer Yoon salió por la mañana a comprar algo de pan y mermelada porque tenía muchas ganas de comer eso… —comenzó Jimin a contar—. Dijo q-que no iba a tardar, p-pero llegó la tarde y no vino… A la noche tampoco regresó y sigue sin aparecer… —cubrió su rostro con ambas manos y comenzó a llorar más fuerte—. El j-jamás se iría tanto t-tiempo y sin avisar… Algo le ocurrió, yo lo sé.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Where stories live. Discover now