•|♔| Cincuenta y dos |♔| •

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Los guardias de todo el castillo estaban algo confundidos sobre qué hacer.

Eran muchos, eso era lo bueno, pero no sabían si debían de enviar a todos al salón principal o cubrir otras zonas por donde podrían ingresar esas personas que habían ingresado al castillo con toda la cabeza y casi todo el rostro cubierto por mantos de distintos colores. Solo podían verse sus ojos, y sus espadas, arcos y lanzas no eran las que los guardias utilizaban en ese reino.

Pero no había momento para fijarse en esos detalles insignificantes.

-¡La mitad de ustedes vayan a las otras entradas posibles y vigilen que nadie ingrese al castillo por otro lugar! -ordenó Jungkook acercándose a uno de los atacantes que estuvo a punto de asesinar a uno de sus hombre de un corte en el cuello-. ¡La única prioridad importante es la seguridad de mi esposo! -de un rápido y limpio movimiento, le cortó una mano al atacante, y luego cortó la parte trasera de uno de sus tobillos-. ¡Cómo le suceda algo, será la culpa de todos!

-Alteza, envié a seis hombres a seguir al rey Oh para proteger la habitación de seguridad -avisó uno de los guardias al acercarse a él.

-Pon a alguien a cargo de llevar a los sirvientes a un lugar seguro y quédense a cuidarlos -ordenó analizando la situación en el lugar-. Las familias reales tienen a los alfas y betas para defenserse, pero mantenganse al tanto y cuiden de la familia Lee y Byun.

-¡Sí, alteza! -el beta corrió a dar las
indicaciones del príncipe, y éste se acercó a un grupo de atacantes que luchaban espada contra espada con un grupo de sus hombres.

Uno de ellos notó su presencia acercándose y fue a su ataque. Jungkook bajó su espada y eso confundió un poco al atacante, que quiso cortar a la altura de su cuello, pero no pudo ni siquiera reaccionar cuando el alfa puro se agachó y avanzó para sostener su cuello y con una fuerza sobrehumana lo lanzó al suelo haciendo que su cabeza impactara contra ésta hasta romper su cráneo.

Aquello llamó la atención de los otros tipos, que al ver a su compañero en el suelo, con la cabeza destrozada y la sangre manchando la alfombra azul del lugar, por un momento se arrepintieron.

Jungkook extendió su mano libre en su dirección y les hizo una señal para que todos se acercaran a la vez.

Los tipos le gruñeron molestos porque sabían que no podían ir todos juntos o los otros guardias iban a atacarlos también al descuidarlos. Entonces llamaron a otros, y tres tipos se acercaron al príncipe por su
izquierda, dos de ellos con espadas y uno con una lanza que intentó lanzarsela justo en la cabeza, pero Jungkook no se movió de su lugar y la sostuvo antes de que la punta pudiera tocarlom la hizo girar en su muñeca y apuntó a uno de los arqueros enemigos que estaba disparando algunas flechas desde la entrada, haciendo que se incrustara en su pecho hasta casi traspasarlo.

Los dos que se acercaron para atacarlo con sus espadas, intentaron atacarlos de dos lados al mismo tiempo para intentar confundirlo. Jungkook se abalanzó a uno de ellos antes de que pudiera si quiera lanzarle un ataque, e hizo que la espada que sostenía saliera disparada hasta incrustarse en una de las mesas del lugar luego de chocar la suya con mucha más fuerza que la suya. Se volteó pateando su estómago con la suficiente fuerza como para mandarlo a volar y hacer que chocara con uno de sus compañeros que estaba luchando con uno de sus hombres. Al voltear detuvo el ataque del otro haciendo chocar sus espadas, pero la fuerza con la que el alfa puro detuvo el ataque hizo que perdiera estabilidad por un momento; momento que Jungkook aprovechó para patear la parte trasera de una de sus rodillas haciendo que cayera de rodillas al suelo.

Perdió la cabeza un segundo después.

Jungkook observó su propia espada manchada de sangre y chasqueó la lengua totalmente irritado.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora