•|♔| Treinta |♔| •

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El almuerzo estaba concluyendo de manera muy agradable entre los tres. Con el paso de los minutos Taehyung se sentía cada vez más cómodo con el rey Namjoon, aunque aún le sorprendía mucho que el hombre se comportara de una forma un tanto infantil teniendo en cuenta de que es el rey de uno de los reinos más grandes que hay además del de zafiro.

—Entonces… ¿Más personas van a venir? —preguntó el omega mirando a su esposo con algo de preocupación—. ¿Van a venir a quedarse aquí también?

La idea no le agradaba mucho. En sí, que muchas personas de la realeza se quedaran en su casa, que compartieran la mesa y convivieran durante algunos días, lo ponía nervioso y algo temeroso. Todas esas personas lo tendrían en frente, y él aún no lograba dejar de sentirse juzgado o discriminado aunque las personas no hicieran eso directamente o indirectamente.

—A menos que todos los demás reinos se hayan puesto en mi contra, así será en los próximos días —respondió el alfa puro, y al notar que la idea no le agradaba mucho la idea acercó una de sus manos a su mejilla para darle algo de tranquilidad—. No será
por mucho tiempo, y nadie va a molestarte de ninguna forma, créeme.

Taehyung respiró hondo manteniéndole la mirada y finalmente asintió con una leve sonrisa.

—Está bien. Esto es necesario e importante, lo entiendo —aseguró.

Aún así, sabía que esto era algo que debían de hacer. No iba a ser caprichoso o egoísta, cuando su esposo estaba trabajando duro y preparándose para un casi asegurado futuro ataque al reino. Si era necesario que se armara de valor nuevamente y enfrentara a esas personas tal y como lo hizo con la familia del azabache, iba a hacerlo.

Jungkook le sonrió aún más y se acercó para besar su frente. El omega cerró los ojos ante el tacto, complacido por el gesto.

—Gracias por ser tan comprensivo, amor —dijo el alfa agradeciendo su comprensión de siempre.

Taehyung negó manteniendo la sonrisa.

—Estamos juntos en esto —dijo queriendo también tranquilizar su preocupación por él.

El alfa asintió de acuerdo, y no le importó aún estar sentados en la mesa con otra persona presente, se acercó y comenzó a besarlo con dulzura. A él no le importó, pero cuando el omega se dio cuenta de una mirada sobre ellos, de inmediato intentó alejarse con toda la vergüenza en el rostro.

—J-Jungkook, el rey Kim está presente —dijo llevando sus manos a las contrarias, bajando la mirada apenado.

—Oh —el azabache volteó a ver al otro alfa, que mantenía su mirada en ellos—. Lo olvidé.

—¿Cómo te puedes olvidar? Estoy al lado tuyo —se quejó Kim fingiendo ofensa.

Taehyung levantó la mirada por un momento y al observar los ojos del otro alfa que estaban fijos en los de su amigo mientras volvían a charlar, notó algo que lo hizo sentir un leve dolor en su pecho; el rey Kim sonreía, pero su mirada era triste.

Se sintió mal porque supuso que el verlos a él y a su esposo de esa forma, le hizo recordar a su difunta esposa y eso lo puso triste. Quiso hacer que su mirada dejara de verse de esa forma, y pensó en qué podría hacer para que vuelva a verse normal como hace unos momentos.

—Alteza —llamó el omega.

Ambos alfas voltearon a verlo, y el rey Kim
esperó a que continuara hablando.

—¿Sabe jugar a las cartas? —preguntó
sonriendole amable.

—Sí —asintió éste—. No es por presumir pero… Bueno si, presumiendo —corrigió soltando una risa leve—. Soy un experto.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Where stories live. Discover now