•|♔| Sesenta y uno |♔| •

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Kyungmin se dirigió al despacho del rey en
cuanto logró calmarse del ataque de pánico que le provocó el recordar al hijo de Lucy, y fue con una idea clara sobre lo que ocurriría.

El rey Jungkook iba a matarlo. Y él estaba
completamente de acuerdo con recibir ese castigo, porque según él, lo merecía.

El rey Jeon Jungkook le había dado la posibilidad de trabajar en el castillo cuando la jefa de cocina Minji se lo pidió luego de que él fuera cada día a pedir comida al lugar, y el rey Taehyung había sido muy amable y generoso con él, lo trataba como a un igual y lo defendió de la princesa de plata. Les había jurado completa lealtad y los había traicionado solo por miedo.

Su alteza Taehyung casi es atacado igual que lo fue él, y de solo pensar que pudo haber sufrido de esa manera por su culpa, lo hizo sentirse la peor persona del mundo.

Había sido un cobarde, pero ahora daría la cara y enfrentaría lo que le correspondía por haber hecho lo que hizo.

Llegó al despacho de su alteza, y suspiró
ignorando el temblor de todo sus cuerpo. Tocó para que se le diera permiso de ingresar, y cuando escuchó la imponente voz de su alteza Jungkook pronunciar un "adelante", ingresó con la mirada baja porque no creía tener el derecho de mirarlo a los ojos.

Ambos reyes estaban dentro, sentados en uno de los dos sofás grandes de la habitación. Cuando el omega ingresó y cerró la puerta detrás suyo, permanecieron en silencio durante algunos segundos, hasta que el primero en hablar fue el alfa puro.

—Acércate —pidió.

Kyungmin lo hizo, sin levantar la mirada en ningún momento.

—Minho nos ha dicho absolutamente todo —dijo Jungkook con un tono de voz serio, sin quitarle la mirada de encima—. ¿Es cierto?

No necesitaba explicar a qué se refería con todo, porque el pequeño omega sabía perfectamente a qué se refería. La tensión en su cuerpo junto con esos leves temblores confirmaban todo sin que tuviera que responder.

Taehyung se puso de pie sin soportar un segundos más de ver al pequeño omega de esa forma, y se acercó para atraerlo en un abrazo que desconcertó por completo a Kyungmin. Se quedó totalmente de piedra, y solo pudo volver a reaccionar cuando
escuchó los sollozos de su alteza y sintió el leve temblor en su cuerpo.

—L-Lo siento —dijo el rey omega aún sin
soltarlo—. Es nuestra culpa que ese m-monstruo te haya hecho aquello... E-Esto no debería de ocurrir y menos dentro del castillo que les debe de brindar seguridad.

Kyungmin estaba totalmente confundido, no sabía de qué manera reaccionar. Pero lo que si sabía, era a lo que se refería con esas palabras. Minho les había dicho lo que le hizo, y eso solo causó que se sintiera totalmente avergonzado de lo ocurrido.

Los recuerdos de esa mañana vinieron a él una vez más, y le fue imposible no romper a llorar totalmente asustado y extrañamente contenido en los brazos de su alteza por primera vez desde lo ocurrido. No le había contado nada a absolutamente nadie por tres razones; el alfa puro lo había amenazado con volver a hacerlo y luego matarlo, porque le daba vergüenza, y porque se trataba del hijo de una mujer maravillosa que iba a destrozarse si se daba cuenta de que el hijo que ella amaba y
creía que también lo hacía en realidad era una persona horrible que solo la utilizaba para meterse al castillo para hacerles cosas malas a los reyes.

—Esta bien. Ahora estás a salvo —dijo Taehyung acariciando el cabello del pequeño omega que lloraba correspondiendo al abrazo de forma desesperada—. Ya no puede volver a hacerte daño, o hacérselo a alguien más.

—Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento —repetía una y otra vez, sintiendo que las palabras no eran suficientes pero de igual forma debía de decirlas.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Where stories live. Discover now