•|♔| Veinte |♔| •

1.6K 154 18
                                    

━━━━━━━━━━━━━━━━

Cinco días después. Castillo de zafiro.

━━━━━━━━━━━━━━━━━

Taehyung podía asegurar que su lugar favorito del castillo era el jardín, todo el jardín. La biblioteca también era uno de sus lugares favoritos, pero en el jardín también era tranquilo y el canto de los pájaros lo hacía sentirse mucho más en casa.

El suave viento golpeando su rostro y moviendo su cabello, con algunos rayos de sol colándose entre las hojas de los árboles y iluminando algunas partesbde su figura, era un sentimiento tan familiar que le transmitía una paz incomparable. Quizás era porque solía sentarse siempre en la naturaleza a leer cuando se volvió dama de compañía del príncipe Park.

Ahora vestía vestidos de que solo la realeza y los nobles podían permitirse, y no en típico atuendo de dama de compañía, y quizás eso era una de las pocas cosas que eran distintos a hace unos meses.

Podía sentarse en uno de los cojines gigantes y tremendamente cómodos que estaban en el mandap que Jungkook mandó a instalar para él, pero prefería sentarse en el pasto y cerca de las flores de aciano que eran las mismas que se encontraban en su lugar favorito del castillo de oro. De esa forma no se sentía como si las cosas hubieran cambiado drásticamente en su vida, aunque todo fuera completamente distinto a diferencia de hace meses.

Mientras él leía sobre la economía de los reinos mejor posicionados en la historia, a unos metros de pie, el príncipe heredero lo observaba sintiendo un agradable deja vu que le trajo recuerdos de la primera vez en la que lo vio y ya no pudo quitarlo de su cabeza de ninguna forma.

A diferencia de ese día habían muchas cosas; Taehyung era un adulto, estaba aún más hermoso como creyó que ya no era posible, vestía un vestido precioso, una preciosa y significativa flor que demostraba lo más importante; que era su esposo, y una marca en su cuello que no se veía debido al
vestido pero que estaba allí definitivamente. Sentado en las flores que plantó para recordarlo, las que se volvieron sus favoritas y en la que se inspiró para crear la alianza que el omega llevaba, era una imagen tan bella que le daban ganas de llorar incluso.

Podía jurar que volvió a enamorarse justo en ese momento.

En aquél momento no pudo acercarse para
hablarle y conocerlo, pero ahora las cosas eran distintas y no iba a dudar o detenerse jamás cuando se tratara de ir hacia él.

Se acercó caminando tranquilo, dejando notar su presencia cuando se agachó frente a él con cuidado de no pisar la falda de su vestido. Taehyung levantó la cabeza y sus miradas se encontraron durante unos segundos hasta que el omega le sonrió tímido, pero sus ojos brillantes penetraban el alma del alfa con tanta facilidad que hasta podría llegar a ser preocupante.

Jungkook le sonrió también a labios sellados, y su mano derecha se posó en una de las mejillas contrarias, donde acarició la suavidad de su piel con una delicadeza abrumante. El menor se apoyó en su tacto sin dejar de mirarlo, tampoco dijo palabra
alguna porque sabía que el mayor iba a ser el primero en hablar ya que se había acercado a él.

—Lamento interrumpir tu lectura, amor —dijo el alfa sin dejar de mimar a su esposo—. Pero alguien vino a visitarte.

—¿Eh? ¿A mí? —preguntó abriendo los ojos sorprendido—. ¿Quién?

Jungkook alejó su mano de su rostro para ofrecerle tomarla y ayudarlo a ponerse de pie.

—Es una sorpresa.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum