•|♔| Cuarenta |♔| •

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Satisfecho por presumir que su esposo era
completamente suyo, pero molesto por las sucias intenciones de Minho de hacerlo molestarse.

Luego, mientras llevaba a su esposo hacia su habitación luego de haber amenazado sutilmente al otro alfa puro en la cocina, lo pensó con más claridad y se dio cuenta de que debía de volver a controlarse. Sabía que lo que el hijo de Lucy quería era hacer que se moleste, pero no le daría el gusto de mostrarse fuera de sus casillas. Al menos, no esta vez y por ahora.

Ingresó a su habitación con una leve sonrisa al notar como los guardias que eran alfa bajaban la mirada y se cubrían la nariz para no olfatear el aroma de excitación perteneciente a su esposo que podía sentirse aún. Ellos sabían que no debían de olfatear ese aroma en el omega porque al príncipe no iba a gustarle, pero Jungkook sonreía porque su lado territorial se alegraba de que también pudieran sentir todo el aroma característico de él, su esencia aún dentro de su esposo porque de esa manera olía completamente a él, como si fuera suyo.

Amaba que todos supieran que Jeon Taehyung era suyo, y que él lo era también, le pertenecía por completo.

Se acercó a la cama y con cuidado colocó a su esposo en ésta, en su lugar para que durmiera más calmado olfateando su aroma. Lo arropó con las mantas extras que estaban a los pies de la cama, y dejó un beso en su sien antes de apartarse. Lo observó desde arriba, sonriendo con ternura cuando el omega hundía su rostro en su almohada inconscientemente entre sueños.

Si por él fuera, se recostaría a su lado solo para permanecer abrazandolo y olfateando su dulce aroma, pero la familia real del reino amatista aún estaba esperando en su despacho a que regresara. Cuando sintió que su esposo estaba asustado, no dudó en salir de allí en su búsqueda, sin decir absolutamente nada y por ende, debía de darles una explicación a su comportamiento.

Salió de la habitación e indicó a los guardias de fuera que vigilen en todo momento la habitación, y que si Taehyung despertaba que se le fuera informado de inmediato. Mientras Minho estuviera en el castillo, debía de mantener muy vigilado a su amado.

No le importaba demasiado andar por todo el castillo en bata y con todo el aroma a sexo sobre él, pero era alguien profesional y serio con los temas que son importantes de tratar, y no era tan maleducado o sinvergüenza como para continuar con la charla de esa manera. Por lo que se cruzó con Siyeon y le pidió amablemente que les avisara que algo había ocurrido y que lo esperen unos veinte minutos más. Iba a tomar un baño y a vestirse correctamente.

El asunto a tratar con su esposo había quedado en segundo plano al haber realizado con éxito el remarcarlo, y el asunto del reino de plata era lo que estaba ahora presente. Olvidó muchas cosas, incluso el pequeño detalle de que había metido la pata hasta el fondo anudando a su omega sin que éste haya tomado su infusión anticonceptiva.

Cuando se diera cuenta de aquello, entraría en pánico.

Pero por ahora, su cabeza tenía pensado varias cosas que iba a llevar a cabo para hacer que el reino de plata decayera poco a poco aunque no lo suficientemente despacio como para que pudieran hacer algo al respecto. Con las reinas del reino rubí acordó que aumentarían el precio del trigo que le vendían a tal reino en un 70%, y que si iban a reclamarle, les dijeran a los reyes de plata que el príncipe Jeon Jungkook ordenó aumentar la tarifa de exportación a todos los reinos poco importantes.

Tenía pensado que los reyes del reino amatista también los jodieran desde otro lado; el agua potable del río que comenzaba en su reino y antes de llegar al de plata cruzaba el amatista. Su respuesta sería que el príncipe Jungkook iba a limitar el agua que llegaba a su reino por una supuesta ofensa hacia su esposo, y que debían de limitar el agua para la gente de su reino.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Where stories live. Discover now