•|♔| Cuarenta y cinco |♔| •

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Cinco días después. Castillo zafiro.

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El castillo se veía y se sentía completamente diferente desde hace días, y ya todos se daban cuenta de la causa de aquello.

Era como si todo el castillo hubiera vuelto a tener esa atmósfera triste y aburrida desde que Taehyung dejó de caminar por los pasillos con su bonita y alegre sonrisa que animaba el día de todos. No abandonaba su habitación más que para ir al baño y ducharse, pero ni siquiera quería vestirse, solo se quedaba en pijamas porque no tenía sentido ponerse algún vestido si no iba a abandonar la habitación.

Lucy le llevaba cada comida a ese lugar, también a veces un poco de té y los postres que más le gustaban para intentar animarlo, pero nada parecía funcionar. Ella no sabía qué era lo que había sucedido. De un día a otro el feliz y tan hermoso matrimonio de los príncipes se vino abajo y nadie más que ellos sabían la razón de aquello.

—¿Quiere que le traiga alguna cosa? —preguntó Lucy acariciando con cariño los mechones del omega—. ¿Quieres que haga algo por ti?

—No. Gracias igualmente, Lucy —respondió éste intentando sonreírle, pero solo consiguió hacer una mueca.

La mujer suspiró y lo miró con preocupación. No quiso meterse en ningún momento porque no era su asunto y no era correcto que lo hiciera, pero ya estaba cansada de ver al pequeño Taehyung de esa forma.

—Alteza… No es mi intención ser maleducada o meterme en donde no me llaman, pero ¿Podría decirme qué sucedió entre usted y el príncipe Jeon? —preguntó dejando mostrar su malestar.

Taehyung al escuchar que nombró a su alfa, mordió su labio inferior y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas. Aún le dolía lo ocurrido cada que lo recordaba, y el hecho de estar lejos del azabache durante tanto tiempo estaba debilitando el estado anímico de su lobo. Y aunque no quisiera admitirlo, él también lo extrañaba.

Lo extrañaba tanto que se sentía mal al hacerlo cuando recordaba lo que le hizo a Jimin y sus malas acciones.

Estuvo pensando en todo eso cada día, cada hora, y siempre llegaba a la misma conclusión; su matrimonio era real, porque ambos se amaban y le era imposible dudar del amor del alfa. Pero la forma en la que éste se llevó a cabo fue horrible, es lo que hace que el haberse casado con él se sintiera tan mal.

No quería sentir a su matrimonio como algo malo.

Amaba a Jungkook. Lo amaba con todo lo que lo forma, y por eso le dolía tanto.

Estuvo pensando mucho en Jimin también. En que quería hablar con él y disculparse porque no podía evitar sentir culpa al ser la razón por la cual Jungkook le hizo algo tan feo. Si Yoongi le decía toda la verdad, ¿Estaría destrozado ahora como él o peor?

Seguramente peor porque él fue la víctima de todo esto.

Y ahora estaba en cinta…

—Alteza, ¿Por qué llora? —preguntó Lucy
acercándose para intentar consolarlo en un abrazo que se sentía tan maternal que eso solo hizo que el menor se sintiera más sensible—. ¿Qué es lo que sucedió? ¿El príncipe le hizo algo?

Taehyung negó.

—No… n-no a mí —respondió entre sollozos—. Pero hubiera preferido que a-así haya si-sido… Porque entonces yo podría per-perdonarlo…

Lucy no comprendía nada, pero le quedó en claro que no podría hacer nada para ayudar a que sea lo que sea que los llevó a pelearse, pudieran resolverlo porque verlo a ambos en tan mal estado le estaba partiendo el corazón.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Where stories live. Discover now