•|♔| Treinta y ocho |♔| •

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Cuando el desayuno acabó, una hora después Jungkook seguía con la charla con los reyes del reino amatista y el príncipe heredero de éste mismo, mientras Taehyung estaba junto con Jieun y Gahyeon mostrándole todos los vestidos que ésta última creó creaba para él.

Su intención era promocionar el trabajo de su estilista y diseñadora a través de otros reinos, porque Gahyeon le había comentado que si su trabajo era pedido en otros reinos, entonces iba a construir en el castillo —con permiso del príncipe Jeon— un taller y a contratar a más personas para que recreen sus diseños y que pudiera venderlos a otros reinos. Obviamente la beta tenía pensado que sea un negocio en el que el príncipe Jeon ganara el cuarenta por ciento de las ganancias porque iba a permitirle construir el taller y era él quien le conseguía las maquinas para coser y las telas y demás cosas para crear sus vestidos.

—Éste es el último que hice hace dos días —dijo Gahyeon mostrándole uno de los poco más de cien vestidos que estaban en uno de los percheros—. Estoy pensando en hacerlo de distintos colores, ¿Cuál crees que quedaría bonito? —le preguntó a la princesa.

Jieun observaba maravillada el diseño del vestido que la mujer frente ella le mostraba.

—¿En serio tú misma creaste todos éstos? —preguntó mirando al rededor de ese gran habitación que servía como armario—. ¿Todos para Taehyung?

—Digamos que sí eran para él, pero comencé a hacerlo antes de que su alteza Taehyung se casara con el príncipe —dijo volviendo a dejar el vestido en su lugar con mucho cuidado—. El príncipe al parecer estaba decidido a casarse con alguien de la
jerarquía de omega, y me pidió que comenzara a hacerlos hace unos tres años, todos para la futura persona que se casara con él.

—¿En serio? —preguntó Taehyung sorprendido por ese dato. Por un momento pensó que tenía suerte de ser un omega, porque entonces de lo contrario quizás Jungkook no se habría casado con él.

—Bueno, es algo raro viniendo de alguien que viene de generaciones en la que los omegas casi no fueron parte de la realeza —comentó Jieun—. Pero al parecer tuvo suerte de enamorarse de ti —le dijo al omega.

Éste asintió con una sonrisa sincera. De cierta forma, también creía que de alguna manera, quizás estaban destinados a conocerse.

—¿Quieres probarte alguno? —preguntó
Taehyung a la omega.

—¿Probarme? —preguntó ella sorprendida—. ¿Puedo?

—¡Claro que sí! —respondió él asitiendo—.
Puedes probarte el que quieras, y si te gusta mucho te lo quiero obsequiar.

La omega lo miró sin creerlo durante algunos segundos.

—¿Lo dices en serio? —preguntó creyendo que solo estaba bromeando. El omega negó—. Pero, ¿Por qué me lo obsequiarías?

—Tómalo como un agradecimiento por haber sido tan amable conmigo desde el momento en el que hablamos por primera vez —dijo, y tomó ambas de sus manos en señal de confianza—. Fuiste de las pocas personas que no me ha tratado feo a pesar de ser de la realeza, y eso significa mucho para mí.

La omega no supo que decir, y solo pudo
devolverle una sonrisa sincera en agradecimiento.

—Además, somos… Somos amigos, ¿Cierto? —preguntó algo dudoso sobre eso, porque la mujer jamás le dijo que lo consideraba uno.

Jieun lo miró con ternura porque la forma en la que lo dijo y la expresión tímida que tenía en ese momento eran adorables. Le sonrió más en grande y asintió, dando un leve apretón en sus manos juntas.

—Somos amigos —aseguró.

Aquello fue suficiente para que el omega sonriera mucho más y se sintiera feliz, porque tenía oficialmente una amiga que era de la realeza además de Namjoon, y eso lo hacía sentirse menos odiado por los de su estatus.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz