•|♔| Once |♔| •

1.4K 150 9
                                    

Al caer la noche, Taehyung aún seguía sin poder dormir.

A pesar del día que tuvo, debería de sentirse agotado y estar durmiendo como un bebé recién nacido, pero había algo en específico que no lo dejaba dormir tranquilo.

Abrazó con más fuerza la almohada perteneciente al alfa contra su pecho, girando para quedar de lado casi hecho bolita. Con la mitad del rostro tapado por tal objeto, al estar aspirando su aroma.

—Jungkook dijo que estaba enamorado de mí… —susurró para si mismo, sintiendo su rostro arder.

Esas palabras se repetían en su cabeza una y otra vez, y lograba volver loco no solo a su lobo esta vez. Aún no asumía que el latir apresurado de su corazón era por las mismas razones, es que jamás se había sentido de esa forma por nadie, y el sentimiento llegaba a ser tan fuerte que no lo dejaba pensar o actuar con claridad.

—Aah… —suspiró—. ¿Qué debería hacer?

Necesita preguntarle a alguien, pedir algún
consejo, pero no confiaba lo suficiente en alguien del lugar como para hablarlo y ya era demasiado tarde, todos estarían durmiendo. Su mirada se elevó hasta que observó la mesa de noche, y entonces recordó; el diario de su madre.

Se acomodó para quedar sentado con la espalda en el respaldo de la cama, no dejó de abrazar la almohada ajena con un brazo mientras que con su otra mano sacó ese viejo libro tan preciado para él.

—Solo mamá sabría que decirme en un momento como éste…

La verdad era que solo fueron dos veces que leyó el libro desde que su madre falleció hace dos años; para una receta de té y para leer como su madre contaba lo feliz que estaba junto a su padre cuando él nació. Su padre falleció cuando él tenía tres años, ya que era soldado, de esos que van a una guerra y no tienen la suerte de regresar.

No lo recuerda, pero lo ama. Su madre siempre le hablaba sobre él, se notaba tan enamorada que él estaba seguro de que le habría dejado un consejo sobre el amor o las relaciones.

Buscó entre las páginas, leyendo los títulos en busca de uno que hablara sobre lo que estaba buscando. La luz del velador sobre la mesa de noche era lo suficientemente clara para poder leer sin problemas.

— “El primer amor” —leyó el título, y comenzó a leer para confirmar que fuera un consejo y no la historia de amor de sus padres.

Para su suerte, si se trataba de un consejo:

“No me gusta pensar en el momento en el que te enamores, porque eso me hace ver que ya no eres un niño, que ya serás todo un hermoso hombre. Pero en algún momento ese día llegará, y lo que más deseo es que también seas amado y tratado con el respeto y amor que te mereces.

Ya sea un beta o un alfa, cualquiera de ellos principalmente debe de respetarte en todo sentido, ¿Comprendes? Respetar tus decisiones, tus tiempos y vida. Nadie tiene el derecho de controlar tu vida solo por ser tu pareja o compartir un lazo.

Sé que para nosotros los omegas es extraño encontrar una persona que sea de esa forma, porque desgraciadamente estamos en lo más bajo de la sociedad de hoy en día si no eres de la realeza o un
noble.

Pero existen esas personas, y más de los que te imaginas. Sino mira a tu padre; era un alfa, pero era la persona más respetuosa y dulce que jamás haya conocido.

Si yo tuve la suerte de encontrarlo y que también me escogiera, tú también la tendrás, porque eres una persona maravillosa que solo se merece a alguien igual de maravilloso.

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu