•|♔| Seis |♔| •

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Al día siguiente lo despertaron muy temprano, y la razón era tan simple como aterradora; iba a presentarse ante el pueblo.

Primero iba a haber una pequeña ceremonia de bienvenida con personas de alto poder como otros reyes y príncipes de los reinos con los de éste está ligado; nobles y cleros, incluso prestigiados, que eran personas no pertenecientes a familias de poder pero que lograron llamar la atención de nobles o personas de la realeza debido a talentos como la música, diseño de indumentaria y grandes habilidades para el combate.

En resumen, todas personas que fácilmente
podían ponerlo nervioso y hacerlo sentir insignificante.

Luego darían un paseo por las calles principales del reino, para que el pueblo lo conociera y felicitaran por su compromiso. Decir que estaba a nada de tener un ataque era poco.

—Alteza, ¿Ya escogió el vestido? —preguntó Gahyeon, una beta encargada de arreglar al esposo del príncipe, elegido especialmente por éste—. Todos los diseños que le trajimos son exclusivos, nadie más los ha adquirido hasta el momento.

Taehyung salió de su pequeño trance y levantó la mirada de sus manos. Un beta especializado en algo que nació hace solo un par de años, el decorado y embellecimiento de uñas, estaba haciendo exactamente eso con las uñas.

—No lo sé, todos son muy lindos… —respondió observando las cinco opciones de vestidos extremadamente bonitos que podía elegir para vestir —. ¿Alguna ayuda?

—Bueno… —la beta de cabello azabache caminó hacia los vestidos que reposaban en los maniquíes de madera, deteniéndose en uno de ellos con una sonrisa brillante—. ¡Definitivamente éste es el indicado!

—Me gusta —aceptó sonriendole también.

Dejó que los zapatos, accesorios, peinado y
maquillaje los eligieran los que saben, porque no estaba precisamente con la suficiente fuerza mental como para preocuparse por esas cosas.

Pensaba en Jungkook, el cual aún no había visto y eso lo preocupaba de alguna manera. Se preguntaba si estaría bien luego de todo un día y noche sufriendo por el celo, en si se habría lastimado ya que le habían comentado que solía ser agresivo y golpear cosas cuando estaba de ese modo. Si aún no
aparecía, era porque algo le había sucedido, ¿Cierto?

¿Estaría lo suficientemente bien como para estar con él en la ceremonia? ¿Y si no estaba en condiciones de asistir y debía de ir solo?

De solo pensar en esa posibilidad sentía que subalma abandonaba su cuerpo. Quería llorar, salir corriendo y alejarse lo más posible de ese lugar. Quería al príncipe junto a él en ese momento, sentía que lo necesitaba o iba a enloquecer.

Cuando estuvo completamente listo y estaba siendo atacado de halagos, la puerta se abrió y como si el maldito le hubiera leído el pensamiento, se acercó vistiendo tan hermoso y elegante como acostumbraba.

Esta vez, no solo el lobo de Taehyung se alegró de verlo.

—Jungkook… —se alejó del espejo y se acercó a él, sin sentir pena alguna cuando prácticamente lo abrazó—. Menos mal que estás bien…¿Estás bien? —preguntó levantando la mirada para conectarla con la suya.

Bueno, estaba arreglado, por lo que suponía que sí estaba en condiciones de asistir.

La sonrisa del alfa no pudo ser más brillante en ese momento. Les dio una mirada rápida a las personas en la habitación, pidiéndoles en silencio que abandonaran la habitación, y éstos no tardaron en obedecer.

—Estoy bien, cariño —sostuvo ambos lados de su cintura para acercarlo hasta rozar sus cuerpos, sin dejar de sonreírle totalmente encantado con el omega frente a él—. Y tú estás hermoso. No estoy muy seguro de mostrarte a los demás viéndote tan hermoso, ¿Sabes?

𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒁𝒂𝒇𝒊𝒓𝒐 |  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽 Where stories live. Discover now