Si alguien le hubiese dicho a Sarah que aquella tarde iba a reencontrarse con su pasado, hubiese dudado e incluso cambiado los planes de ese día para evitar hacerlo. Por más que se convenció a sí misma que había superado los acontecimientos de hace...
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La castaña llevaba un par de días con un nudo en la garganta y con dolor en la barriga que asumía también era emocional, por alguna extraña razón Fernanda la estaba evitando, no contestaba las llamadas ni los mensajes y en la universidad se había ausentado, no quería hostigarla pero ya era preocupante toda esa situación, la única razón por la que sabía que la rubia se encontraba viva era porque había visto a Mar, la mejor amiga, paseando por el campus y se había atrevido a hablar con ella para preguntar por la situación de la chica, lo único que le supo responder era que Fernanda se encontraba bien, que ya luego me explicaría porque su ausencia. Eso no le bastaba. La idea de presentarse en su casa le rondaba en la cabeza y estaba decidida a hacerlo, hasta que ese jueves, la vio entrar en el aula para impartir la clase. Su corazón al verla, se aceleró, se puso roja de la emoción, pero al buscar la mirada de la rubia esta no se la devolvió.
Anotó en la pizarra los diferentes ejercicios, con un ¨20 min¨ encerrado en un circulo, indicando que era el tiempo que tenían para resolverlo.
La observó frente a ella sentada en su escritorio, las ojeras oscuras salían a relucir en su perfecto rostro y la mirada cansada, indicaba que no estaba nada bien.
-¿Qué me ven todos? Saquen una hoja y resuelvan esos ejercicios, no quiero pasar mas del tiempo señalado con ustedes.-pasó por el pupitre de Sarah susurrando:-Con ninguno.-antes de seguir caminando.
La prueba le importaba poco, si reprobaba o no, si lo hacía bien o no, no se concentraba, no tenía nada más en la cabeza que la mirada esquiva de Fernanda y el susurro de que no la quería cerca. ¿Qué había pasado si la ultima vez que se vieron las cosas estaban bien? ¿o no lo estaban? pensando en todo, se le fueron los 20 minutos y su hoja estaba completamente en blanco.La mano de Fernanda se puso delante de ella, y Sarah elevó la mirada, la chica la veía con desdén y le susurró ¨te veo en la 106 después de esta clase¨ antes de arrancharle la hoja y seguir recogiendo el resto, Sarah que ya no podía más de la ansiedad, agarró su bolso y salió camino a la sala, no podía seguir allí esperando que ella termine de recoger todas las hojas, el tiempo se le estaba haciendo eterno encerrada en esa aula con una Fernanda completamente ausente.
Llegó al aula y esperó un par de minutos a que Fernanda se hiciera presente, los nervios la carcomían, lo único de lo que estaba segura es que la rubia no la recibiría con los brazos abiertos.
-No era necesario que salieras antes que yo del aula.-le dijo al llegar.
-Fernanda, has estado evitando mis llamadas, mis mensajes, no has asistido a las clases, créeme que bastante me he controlado para no abordarte en medio de la clase y querer una explicación, creo que la merezco.
La rubia tomó una gran bocanada de aire.-En realidad no, no la mereces.Sarah sintió que la sangre se le iba a los pies.-¿Qué?
-Eso, no mereces ninguna explicación, tú y yo no somos nada.
