Sinopsis:
Wei Qian es un niño que muy pronto se hace responsable de su hermana pequeña, Xiaobao, y de Wei Zhiyuan, un niño que encontró abandonado en la calle y decidió adoptar, criándolo como si fuera su propio hermano. Viviendo una vida de pérdida...
Es el lugar de destino para viajeros que atraviesan el viento y la lluvia como si hubieran encontrado un hogar.
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Mucho tiempo después, rememorando la escena, Wei Qian recordó que en el momento en que Lao Xiong lo había señalado en público y azotado sin piedad, en realidad sólo tenía en mente una pregunta y dos alternativas en mente: ¿debía terminar la asociación con Xiong Yingjun? ¿O debería seguirlo?
Pero en aquel momento, Wei Qian no tuvo tiempo para pensar en estas cuestiones filosóficas. Lao Xiong dio un paso a un lado y se retiró de su silla:
─Si estás de acuerdo, siéntate. A partir de ahora, no participaré en ninguna toma de decisiones. Es de vida o muerte, pase lo que pase, al final asumiré la responsabilidad, si no estás de acuerdo, seguiremos con el plan y esperaré a recoger el cuerpo.
Wei Qian, que iba "cubierto con una capa amarilla"*, lo miró y sus ojos pasaron de mil palabras a una sola frase: "¿Por qué no te mueres?".
[*黄袍加身 - Huángpáojiāshēn - significa "ser proclamado emperador" ] (1)
Los ojos de Lao Xiong se posaron en Wei Qian y luego evitó mirar directamente a los ojos del muchacho.
Las cosas habían llegado a este punto, por lo que todas las críticas y confesiones terminarían allí.
Lao Xiong sabía que era algo vergonzoso. Allí, en la mesa de conferencias, sostenía la placa en sus manos, pero sabía claramente en su corazón que era lo único que podía hacer para salir de esta con algo de dignidad.
A su vez, Lao Xiong pudo ver claramente que en el momento en que nombró a Wei Qian tan de repente, sus ojos mostraron un claro estado de pánico.
La conmoción, la incredulidad y el desconcierto pasaron por ellos, destellando alternativamente y asentándose finalmente en un estado de ira que le devolvió la consciencia.
Pero Lao Xiong sabía que Wei Qian aceptaría sin dudarlo.
Wei Qian era el tipo de persona que no derramaba lágrimas sin ver el ataúd. Esto no tenía nada que ver con su edad o experiencia. Estaba acostumbrado a los días en los que no había ningún lugar al que huir. Incluso si un día se acabara el mundo y todos se dispersaran desesperados, entre todos los hombres, pájaros y animales, él sería quien reaccionaría más lentamente.
[👀significa que es muy firme, no se asusta fácilmente]
Sólo esta persona podría ser la columna vertebral de una empresa, o incluso de un emprendimiento.
Unos instantes después, Wei Qian hizo lo que se esperaba: bajó la cabeza, se enderezó la ropa, se levantó y se acercó a Lao Xiong.
Lao Xiong le entregó su placa. Wei Qian dudó un momento pero luego la tomó. La secretaria del presidente estaba bien entrenada y, antes de que él tuviera tiempo de reaccionar, se movió rápidamente para cambiar el vaso de agua y colocar uno nuevo delante de Wei Qian.
