Sinopsis:
Wei Qian es un niño que muy pronto se hace responsable de su hermana pequeña, Xiaobao, y de Wei Zhiyuan, un niño que encontró abandonado en la calle y decidió adoptar, criándolo como si fuera su propio hermano. Viviendo una vida de pérdida...
Un pensamiento surgió en la mente de Song laotai, tomó una rápida decisión y pensó para sí misma: este niño necesita ir a la escuela.
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La reacción de cada uno fue diferente. Racionalmente, Xiao Bao sabía que era algo bueno, pero emocionalmente, obviamente no creía que ir a la escuela fuera algo realmente bueno. Por un lado, estaba contenta, y por otro, le disgustaba pensar que en el futuro su Dage estaría en su situación: atado a su silla, escuchando clase y haciendo sus tareas a conciencia.
Xiaoyuan era mucho más sabio que ella. Aunque era muy pequeño cuando Wei Qian dejó la escuela, en aquel momento sintió claramente la intensa desesperación y tristeza que se reprimían con fuerza en el corazón de su Dage. Por eso miró a la maestra Li con un atisbo de esperanza, le dio una mirada como la que le darían aquellos niños que se quedan sin estudiar esperando ser rescatados.
Pero la persona con la reacción más profunda fue Song-laotai, que había vivido más años que la suma de las edades de los tres juntos y había experimentado muchas cosas. Desde que Wei Qian se sentó frente a la profesora Li, se dio cuenta de que incluso su aura había cambiado. Tenía un aspecto refinado, educado y parecía mucho más sabio que la gente de su misma edad.
Su rostro era apuesto, el aura criminal en él había desaparecido, revelando su deslumbrante juventud. Era un adolescente en la flor de la vida, su juventud era como el fuego.
Un pensamiento surgió en la mente de Song-laotai, tomó una rápida decisión y pensó para sí misma:
«Este chico necesita ir a la escuela.»
Sin embargo, tras escuchar las palabra de la profesora Li sólo Wei Qian reaccionó con sorpresa, se quedó sin pestañear. Al cabo de un rato, esbozó una pequeña sonrisa y dijo con calma:
─Gracias, profesora, pero... Oh, por naturaleza, realmente soy una persona que no está muy dispuesta a ir a la escuela, puede que no sea una persona adecuada para estudiar.
─¿Tienes miedo de no tener suficiente dinero para pagar la matrícula? ─preguntó Song-laotai, interrumpiéndolo de repente.
Wei Qian hizo un mohín y miró a aquella vieja con "cara de cerdo". De no ser por la presencia de la maestra Li, habría reaccionado en el acto.
«¿Qué quiere decir con eso? ¿La vieja está tratando de hacer una especie de rabieta delante de la visita? ¿Está buscando simpatía o está utilizando descaradamente la compasión de los demás para pedir ayuda para los pobres? Aunque sea una desvergonzada, todo tiene un límite, ¿no? »
Pero a Song-laotai no le importaba. Incluso podía llegar a hacer cosas como rodar por el suelo.
«¿Timidez? ¿Vergüenza? ¿Qué son? ¿Se pueden comer?» pensó.
