Asha Bolton, es una profesora de Literatura que pasa por un proceso de ruptura de su expareja de años. Aceptó ir a escondidas a una fiesta de adolescentes para supervisar a sus primos, sin imaginar que, dentro de ello, se encontraría con Allister, e...
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Seguimos caminando a lo largo del parque en silencio. La compañía de este individuo no es grata. Por eso, no deseaba pisar esta ciudad. Me he llevado las peores sensaciones en este bendito viaje. Suspiro y mando una orden a mi cuerpo para que no le pateara el trasero e insultara todo el abecedario completo. Debo volver temprano. Mañana hay otro itinerario para mis niños. Son dos días que tenemos que estar aquí.
Estrés.
—Te cambiaste de casa y de número —habla a medida que camina a mi lado—. Hasta tu cabello. Desapareciste sin dejar rastro.
Río con ganas.
—Soy una ex buena onda. No te molesté en nada —expreso de mala gana—. Mientras que tus mujeres, jodieron mi vida.
—Lo sé. Tu prima me llamó a reclamarme eso.
No sabía que Elicia hizo eso.
—¿De qué quieres hablar?
—Perdón, Asha —espeta, deteniendo su paso. Busca mis ojos, topándome con ese rostro que amé antes. En este momento, no puedo sentir ninguna chispa en mi corazón—. Pasó rápido esto. Pude tener algo que pensé tenerlo contigo.
—Ya te lo dije antes. En la vida, hay intercambios —indico tranquila—. Perdiste y ganaste algo bonito. Una familia. —Enarco el ceño molesta—. Aunque, no entiendo del porqué la vida te la dio si no estabas preparado para eso.
—Sorpresas. Soy padre y estoy aprendiendo de ello.
—Espero que esta vez hagas bien las cosas. —Sonrío de lado—. Aunque, viéndote, no has cambiado en nada. Seguirás perdiendo personas en tu vida si no mejoras tu manera de ser.
—Siempre has sido así, Asha. Nunca aceptaste esta parte de mí.
Río sin ganas.
—¿Por qué aceptar esa parte tuya?
—Porque me amabas.
—Vaya declaración tan directa —afirmo sonriendo—. ¿Por qué aceptaría a un hombre que me ponía en último lugar? ¿Por qué hacerlo? Siempre te has dejado llevar por tus amistades. Un egoísta que solo piensa en sí mismo.
—Siempre te ponía en primer lugar, pero tú....
—Cometí errores en la relación. Me han dicho que fue mi culpa tu infidelidad —cuento—. Nadie estuvo de mi lado. Me refugié en mi mejor amigo y primos. Los únicos que me ayudaron a enfrentar el agujero que dejaste en mi vida.
—Te dije que todo es mi culpa.
—¡Me culpaste antes! —exclamo molesta—. ¿O acaso lo olvidas? Lo dijiste con tu propia boca.
—¡Lo corregí! ¡Lo hice, Asha!
Esta conversación no llegará a nada.
Respiro y paso una mano por mi cabeza. ¿De esto quería hablar conmigo?
