PROBLEMÁTICO AMOR

CAPÍTULO 41

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Todos tienen una mirada sobre mí.

Mi querida prima ha soltado mi problema a los cuatro vientos. La aniquilo con la mirada, haciendo que tosiera. Los demás niños, han quedado en silencio y sorprendidos por la declaración ridícula. Suspiro y echo un vistazo a la persona que aparece. Es Luca, quien observa el panorama tenso que ha puesto nada menos que Elicia.

—¿Qué pasa con este ambiente tenso? —pregunta Luca sonriendo—. Elicia me mandó un mensaje para que viniera.

—Mi tonta prima se le ha pasado los insultos contra mí —replico en una queja—. Para información de todos, no estoy saliendo con un menor de edad.

—¿Estás saliendo con Luca? —pregunta Kade.

¿Por qué siempre debo recibir preguntas de esta clase?

El implicado ríe.

—Ella no está saliendo con nadie —informa Allister—. ¿Por qué no mejor vamos a comer?

En esta ocasión, tiene razón.

Quiero comer y no meterme en cosas que no vienen al caso. Aunque, sí estuve saliendo con alguien menor a mí. Los demás, no dicen nada y nos vamos. Ya terminó el evento escolar. Un descanso en ese tema.

—Cierto. Ya se viene el viaje escolar —habla Kelsie al lado de mis primos y Allister—. ¿Saben a qué lugar turístico les toca?

Cierto. Se viene ese dichoso viaje.

—No han dicho el lugar —contesta Luca—. Pero será divertido.

—Habrá la dichosa prueba de valor. Reunión a escondidas por las noches. También karaoke —dice Cayden riendo—. Es lo más divertido de todo el año.

Río.

—Eres el vicepresidente, ¿lo olvidas? —replico.

—Cierto. Había olvidado eso.

—Debemos inspeccionar a los alumnos —dice el tesorero—. No será divertido estar vigilando.

—Eso es lo malo del consejo estudiantil —refuta Elicia—. Por suerte, no me tocó tener un puesto. Hubiera sido cansado.

—Tú tenías malas notas —cuento.

Ella ríe.

—Es verdad. Había olvidado eso.

—Vamos en taxi —dice Luca—. Asha irá con sus primos y Allister. Yo iré con Elicia, el tesorero y Kelsie. En la pizzería de siempre.

Así nos separamos en dos grupos.

Pedimos un taxi y nos embarcamos con los chicos.

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Me he sentado atrás con Kade y Allister, mientras que Cayden va al lado del asiento del conductor. Mi primo menor arrima su cabeza en mi hombro y saca su celular a ver sus redes sociales. Al menos, he explicado el tema de haber salido con un menor. En ese momento, estaba débil emocionalmente.

Ya me encuentro bien, pero sigo teniendo emociones por él.

Eso no significa que me deje llevar por ellas.

—No vino tu hermano mayor, Allister —dice Cayden desde el asiento—. Pensé verlo.

Tiene razón. No vi a Arwin.

—No importa en realidad —articula Allister, arrimando su cabeza en mi hombro—. Prefiero que no venga.

—¡Hey! Deja de acostarte sobre mi prima —declara Kade a mi otro lado. Está ceñudo—. Ella no es tu almohada.

—Tú también lo estás. No digas nada.

—Es porque soy su primo. Nos tenemos confianza mutua.

—Yo soy su alumno. También hay confianza —replica Allister—. Deja de ser tan celoso e infantil.

Oh, no. En serio se pondrán a pelear por esto.

Antes que siguieran con su egoísmo de tenerme para ellos solos, los golpeo en la cabeza, separándolos de mí.

—Los dos son infantiles.

—¡Yo puedo hacerlo, Asha! ¡Somos familia!

Suspiro. Cayden ríe adelante.

—Cállate. También lo eras de pequeño. Te peleabas porque siempre la pasaba con Elicia.

—No recuerdes pasados vergonzosos, querida prima —dice Cayden—. No puedo imaginar el día en que tengas un novio.

Novio. Pensé tener uno para dejar de pensar en Allister, pero desistí de la idea.

—No tendré novio. Son complicados y no quiero que me sean infieles —replico—. Prefiero estar soltera.

—Hablando de ese tema, pensé que ibas a tener un bebé con tu ex —recuerda Kade—. Gracias al cielo, no tienes nada de él en tu poder.

Tener un hijo con él.

Un recuerdo se estaciona en mi mente. De esos que siempre vienen a remembrar cosas del pasado. Con Jack el destripador de corazones, teníamos planes de ser padres. No estaba utilizando ningún método anticonceptivo preciso. Solo el de ritmo. Como era regular, podía calcular mis días de ovulación y esas cosas.

Nunca me embaracé. A pesar que siempre quise tener un bebé.

Dudo que vaya a tener un bebé en la actualidad.

El agarre de unas de mis manos, llama mi atención, sacándome de mis pensamientos. Es Allister, quien mira por la ventana. Sonrío y agarro su mano en señal de recibimiento. Él enseguida voltea a verme atento.

—¿Por qué? —pregunta Allister.

—Porque estaba cuidándome con el método de ritmo. Soy regular y no me gustaba llenarme de hormonas. Temía engordar y esas cosas —cuento sonriendo. Él tiene un rostro de incertidumbre—. Es sobre mi plan de concepción con mi exnovio.

Carcajeo.

Él no esperaba ese tema de información.

—Eso es.....Olvídalo.

Dice eso, pero sigue sosteniendo mi mano. Sé que esto está mal. Soy mayor por nueve años con él. Aparte soy su maestra. Él se irá al exterior a estudiar universidad. Su madrastra no lo quiere cerca, por eso lo manda lejos. No le queda de otra que aceptarlo.

No puedo ser tu novia, Allister. Va en contra de mi moral. Prefiero esto.

Es un niño que le falta cruzar un camino largo para poder experimentar y crecer. No puedo salir con alguien así. Él necesita conocer más personas. Estamos en otro nivel diferente.

Demasiado.