Asha Bolton, es una profesora de Literatura que pasa por un proceso de ruptura de su expareja de años. Aceptó ir a escondidas a una fiesta de adolescentes para supervisar a sus primos, sin imaginar que, dentro de ello, se encontraría con Allister, e...
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Terminamos el beso. Hemos quedado sin aire y con las frentes juntas. ¡He besado a un desconocido! A uno muy guapo. ¿Por qué soy débil a los ojos rasgados? Mi exnovio también fue así. Por lo tanto, no es de sorprenderme que esté detrás de este tipo de hombres. Abro los ojos y choco con sus iris marrones oscuros. Sus manos todavía están sobre mi cintura.
Directo.
Lo he besado sin consultarlo.
—Tómalo como una prueba.
—¿Una prueba que me gustan las mujeres? —cuestiona, apartándose un poco de mi rostro—. Si es así, fue innecesario.
Río.
—No. Gané mucho con esto —confieso. Trato de apartarme de él, pero me detiene con una de sus manos—. ¿Pasa algo, Allister?
—No tanto. Solo quisiera saber......
Mi primo menor aparece solo. No me queda de otra que despedirme de mi ligue de una noche. Lo beso de nuevo, pero antes que me agarre de la cintura, me alejo de ahí, dejándolo de pie y confundido.
Río y corro, desapareciendo de ahí.
Una salida muy cool.
▬♥♠♥▬
Sonrío, mientras Kade y Cayden están mirándome con los ojos bien abiertos. Mis queridos primos no pueden creer que yo, su adorable prima mayor, esté disfrazada como adolescente. Saludo con la mano y enseguida los dos me llevan de ahí, lejos de todos los adolescentes.
—Calma. No es para tanto.
—¿Qué haces aquí, Asha? —pregunta Kade. El implicado que vi con la chica—. ¡Es una fiesta para chicos, no adultos!
—Hice un trato con Elicia.
—¿Nuestra hermana mayor? —pregunta Cayden—. ¿Qué trato es ese?
No será buena idea decirles la verdad.
Caso contrario, Elicia me matará.
—Quería saber si no bebían a cambio de un trato con un papichulo para su querida prima mayor —contesto sonriendo. Ambos se miran entre sí—. Oh, vamos. ¿Algún problema que asista a citas de ese calibre?
—No pensé que te vendieras por una cita.
—Tiene buenos gustos y quiero conocer más personas. —Cruzo mis brazos por encima de mi pecho—. ¿Qué tiene eso de malo?
—No hay nada de mal en eso —replica Kade—. No bebemos, Asha.
Sonrío de lado.
—En esa dichosa fiesta de mocosos, había cerveza de contrabando.
