34| Una canción de Taylor Swift

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Comentario estrella (29/09/2023) SmilesGummieadicta Yo queriendo ser el comentario estrella y kalu siempre ignorándome 🙄

34| Una canción de Taylor Swift

Ona

Problemas. Eso es Rhys. Una horda de problemas que me consumen las energías día a día. No se cansa jamás, no para, no mide las consecuencias. Rhys no piensa a quién puede herir y si lo hace, no le importa mientras él salga bien parado. Pero esta vez no.

―Piensa bien lo que le vas a decir ―aconseja Sía a mi lado.

No hay palabras para agradecer el tenerla conmigo. Fue quien me envió ese texto que me hizo salir de casa y correr las cuadras que me separan de lo de Rhys para intentar evitar una pelea. Llegué tarde.

―Sé muy bien como tengo que hacer las cosas.

No recuerdo haber estado tan segura de algo jamás. Ni siquiera con Izan, las dudas o miedos me comían la cabeza a mayor o menor grado, pero ahora, a unos metros de mi exnovio, sé lo que tengo que hacer, y cómo debo hacerlo.

Cuando llego frente a él, que se mantiene sentado en las escaleras, eleva el rostro herido, hinchado y ensangrentado, y hace una mueca de dolor al intentar ponerse de pie. No puedo decir que su sufrimiento me da igual, porque lo quise. No como pensé que lo hice, no amé a este tipo, ni al que fingió ser durante un año. Hoy que siento algo por alguien de verdad puedo ver que lo que tuve con él fue dependencia, fascinación, ingenuidad.

―¿Me ayudas? ―cuestiona estirando su mano para que le tienda la mía.

Doy un paso atrás. Elevo el mentón y me trago el nudo que me oprime la garganta.

―¿Qué vas a hacer?

El me examina por unos segundos sin apartar sus ojos de los míos y deja caer la mano con un quejido. Una sonrisa se extiende en sus labios.

―Los crímenes se pagan ―murmura ―. En cuanto me ponga de pie y tome mi teléfono, las sirenas van a sonar frente a su casa.

Asiento sin inmutarme, me lo esperaba. Me cruzo de brazos con el corazón martillando con fuerza.

―Como se te ocurra llamar a alguien, sea quien sea, y su nombre salga de tu boca, me pones en tu contra, Rhys.

Eleva las cejas sin dejar de sonreír.

―¿Y qué harás? ―me desafía.

No soy una idiota. O quizás sí, pero si hay algo que me ha enseñado el vivir con mujeres, es que lo mejor es que el mundo masculino te subestime. Rhys me subestimó siempre, en parte porque sí, yo me rendí ante él mil veces, y en parte porque nunca quise mostrarle de lo que soy capaz, o no quería aceptar que sí puedo ser bastante vengativa. Pero se está metiendo con alguien a quien quiero, y no me importa si esta vez puede tener razón. Voy a pelear con uñas y dientes para defender a Izan. Luego ajustaré cuentas con él y entenderé a qué se debió todo esto.

Me paso la punta de la lengua por los labios.

―Sabes muy bien que estás en falta, y creo que tienes claro que ninguna discográfica, ni la más pequeña, querrá firmar un mísero contrato con alguien que tiene una demanda por plagio.

La sonrisa desaparece de inmediato, tuerce el cuello y su expresión se vuelve gélida.

―¿Es una puta amenaza? ―brama.

De hecho, hay una maldita canción de Taylor Swift que podría estar sonando ahora. He abandonado mi cuerpo por completo y lo ha poseído alguien a quien no reconozco. O sí, es esa versión de mí que no he querido mostrar.

Cuando acabe la canción ©Where stories live. Discover now