24| Zigzag

661 54 155
                                    

Comentario estrella (17/07/2023): kaly1634 Extraño a Ona y a Izan 🥺🥺

Kalu: Ahí ven si tienen que releer porque tardé siglos jajajjaja sorry. 

24| Zigzag

Izan.

A veces creo que estoy siendo demasiado impulsivo, quizá al grado que podría considerarse crueldad y ser un buen mentiroso, pero solo me sale. No me arrepiento de lo que le digo, me arrepiento de decirlo, de que lo sepa, de darle poder. Cuando los pensamientos cobran voz, se hacen realidad y no sé si esto sea verdad. No sé si estoy hechizado o me divierte este juego, no sé si me gusta, como le digo, o estoy ansioso porque ella sienta algo por mí.

Soy un hijo de puta. Hace bien en no creerme, soy un jodido embaucador y se ha rendido, tiembla bajo mi cuerpo en el momento que mis labios se deslizan con lentitud desde su cuello al medio de sus pechos.

Huele tan bien que me cuesta horrores no recostarme en su pecho y descansar allí. Me sentí avergonzado cuando caí en cuenta de que ella estaba a mi lado viendo una versión de mí tan llena de miseria. He tenido ataques de pánico desde que mamá murió, al mes tal vez, cuando caí en cuenta que estaba solo con Solbi en el mundo y que ella dependía exclusivamente de mí. Caleb siempre estuvo ahí para mí, aún cuando quise alejarme de todos, él fue uno de mis soportes, o el único. 

Su jadeo me trae de nuevo a la realidad y sus manos se deslizan casi con timidez por mi espalda. Ona me gusta, me gusta tanto que ya no recuerdo cómo era que otra chica me pusiera tan excitado como ella, pero por alguna razón sus caricias no están funcionando. 

―Izan.

Pronuncia mi nombre en voz baja. Sigo el camino de besos sobre su piel.

―¿Qué? ―cuestiono con la voz ahogada. 

Coloca sus manos sobre mis hombros desnudos y hace un poco de fuerza para apartarme. Cedo de inmediato con la confusión en todo mi organismo. Nuestros ojos conectan en el momento que elevo la mirada y me sonríe. 

―Tú no quieres esto ―asegura ―. Y yo tampoco. 

Frunzo el ceño. 

―¿No quieres?

Su rechazo quema. Niega y el contacto con todo su cuerpo cesa cuando me siento y clavo la mirada en la manta que ha quedado arrugada en los pies de la cama. Ona se incorpora a mi lado, cubriéndose el pecho con la sábana y desliza su palma por mi espalda como si estuviera consolando a un niño. 

―Así no. Aún te tiemblan las manos ―señala. Me las miro, tiene razón ―. Está bien que quieras distraerte, pero esta no es la manera, Izan. 

Suelto un arisa floja cargada de amargura y vergüenza. No me atrevo a mirarla cuando hablo:

―Soy un imbécil, ¿no es así?

Escucho su suspiro. 

―No he dicho eso.

―Te tengo aquí y fui básico. ―Giro mi cabeza, contemplandola―. Lo siento.

Ella curva sus labios. 

―A veces está bien ser básico, pero ahora mismo, no.

―No me gusta ser básico.

―¿No? ―parece divertida. 

Suelto un bufido. 

―Tenía ganas de estar cerca de ti ―me sincero ―. Solo quiero estar cerca de ti. 

Cuando acabe la canción ©Where stories live. Discover now