CAPÍTULO 10

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◇_Realidad difusa_◇

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◇_Realidad difusa_◇

Mi cerebro me dice que abra los ojos y me levante, pero es como si una fuerza impidiera que pudiera despegar los párpados. Es como si tuviera a un diablillo a mi lado incitándome a gozar de la tentación. Después de tantos intentos fallidos por abrir los ojos, decido abrirlos de golpe aún con el dolor de cabeza martillando mi cráneo y el latigazo de dolor que se asienta en mi cien en ese preciso momento.

Ahora si, esta es la parte donde te arrepientes de haber tomado hasta el agua del inodoro como si no hubiera un mañana.

No. No me arrepiento.

Terca.

Con una pereza de perros, separó mi espalda del colchón quedando sentada a la orilla de la cama, observo la pared de enfrente con la vista algo borrosa y los ojos entrecerrados, algo la vista para visualizar la hora en el reloj de pared que cuelga en mi habitación.

13: 17

Joder. Ya es súper tarde.

Parpadeo varias veces para terminar de despertarme y un rayo de flash back se me viene encima.

Yo lanzando rocas en la cascada, yo subiendo a un taxi, yo bebiendo una botella entera de vino, yo vomitando, yo frente a un tipo desmayado, una pistola…

Yo siendo arrinconada a un callejón oscuro, una máscara led… chamarra negra, voz profunda y suave, sabor a chocolate y menta. Yo siendo besada…

Cierro los ojos por unos segundos para alejar esas imágenes de mi mente. Siento que si sigo pensando el cerebro me va a explotar. Me pongo de pie, camino en dirección al baño y abro la regadera, regulo la temperatura y la dejo algo fría para poder espabilarme. Después de una larga ducha, abro mi armario y escojo una blusa blanca de tiritas, un blazer negro y un pantalón jeans algo flojos con unos tenis blancos. Seco mi cabello con la secadora, lo peino y lo dejo extendido a como casualmente lo uso.

Salgo de mi habitación sin hacer mucho ruido; empiezo a caminar en dirección a las escaleras y mientras voy bajando por ellas escucho las voces de mis hermanos. Parecen que están discutiendo. Agilizo mis pasos y me acerco con discreción, los ruidos provienen de la cocina, pego mi espalda a la pared y agudizo mi audición. Se escuchan molestos.

-Ella debe de volver con el médico- habla Jenser con un tono hastiado, como si lo hubiera repetido varias veces.

-Estas demente si crees que permitiré que eso suceda. No lo necesita- objeta Ehylan bastante furioso.

Deseo un Asesino Où les histoires vivent. Découvrez maintenant