CAPÍTULO 11

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◇__Laberinto de dudas__◇

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__Laberinto de dudas__◇

Con la mirada puesta en mi ventana no me doy cuenta de que Xóchitl a entrado a mi habitación. Estoy totalmente sumida en mis pensamientos que incluso puede ser posible que entre un asesino y no me daría cuenta. Hace aproximadamente dos horas que los chicos se fueron con mamá al hospital, y no he recibido ni una sola llamada de parte de mis hermanos que me confirme si está bien.

Mi cerebro da tantas vueltas, me siento mareada, me duele la cabeza, supongo que fue por sobrepensar tanto las cosas, no he querido informarle a nadie, ni siquiera a Thais sobre lo que acaba de pasar porque la gente también tiene problemas personales con los que lidiar, y no vendré yo a ser una cobarde y necesitar ayuda de los demás para poder estar bien.

Xóchitl volvió a la mansión porque mi hermano mayor se lo pidió, no quería que estuviera sola después de que casi mi madre me matara porque fue drogada. Siento como la cama se hunde a mi lado por un peso, el aroma a canela suave no tarda en llegar a mi olfato.

— Debes descansar.

— No tengo sueño— digo en voz baja con las rodillas a la altura de mi pecho.

— Tu madre va a estar bien, no tienes de que preocuparte.

No respondo. Al notar que no diré nada, se pone de pie con un suspiro.

— Sobre el buró te dejo una bandeja con frutas y jugo por si tienes hambre— anuncia con voz suave y luego se encamina hacia la puerta. Escuchó como abre la puerta.

— Xóchitl, gracias— decido hablar con honestidad. No quiero ser grosera con la mujer que siempre ha cuidado de nosotros. Puedo percibir que está sonriendo ahora mismo. Es una persona dulce y amable.

— Un placer, mi niña.

Se cierra la puerta.

Paso como una hora viendo hacia la ventana ya que tengo un avista completa de la entrada de la casa y podría ver si en cualquier momento vienen los chicos con noticias. En cambio, en media hora más tarde siento como mis párpados pesan, me cuesta mantener los ojos abiertos, me siento cansada y bostezo a cada rato. Entonces, tomo la decisión de dormir un poco, después me levantaré de nuevo para estar otra vez al pendiente.

Me acuesto en mi cama y me cubro con la sábana hasta el pecho y cierro mis ojos.

◇◇◇◇◇◇


Un sonido fuerte y ruidoso me despierta de golpe, abro los ojos y veo mi celular sobre el buró con la pantalla encendida, me estiro para ver que se trata de una llamada de Jenser. Incorporándome velozmente me siento en la cama y tomó el celular descolgado la llamada y llevándolo a mi oreja.

Deseo un Asesino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora