Capítulo 30

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Tyler.

No podía creer lo que mis ojos estaban viendo; Ann estaba parada frente a mi, con vida y una expresión completamente sombría.

- He dicho que me dijeras que fue lo que acababas de decir- su voz temblaba, pero no de nerviosismo o miedo, sino de ira- ¿Que fue lo que le has hecho a Layla?

- Ann, no preguntare como lograste seguirme, pero no debes de estar aquí- el detective trato de acercarse a ella para hablar, pero la reacción que recibió fue un agresivo golpe en la mano que había puesto sobre su hombro.

- ¡Callate!

La situación se estaba saliendo de control, y Ken parecía darse cuenta de ello, ya que señaló a Miles para que se preparara por lo que pudiese ocurrir. Aún se encontraba herido, por lo que era mejor que no realizará una actividad tan brusca en ese momento. Aún así, lo que más quería hacer en este momento era agarrarlo de los hombros y gritarle por respuestas, ¿porque me mintió sobre Ann y que es lo estaba pensando al dejarla con vida?

¿Porque no podía contarme lo que tiene en mente? ¿Por qué no confía en mí?

Las preguntas seguían acumulándose, pero no era la situación ni el momento para buscar respuestas.

- ¡Tyler, respondeme de una maldita vez!- fije mi mirada en Ann, quien lucía exasperada mientras se acercaba- ¿¡Qué fue lo que le hiciste a Layla!?

Había pensado que nunca la volvería a ver, que posiblemente cargaría con el peso de su muerte durante toda mi vida, pero aquí está. No puedo escapar de lo que he hecho, ni planeo hacerlo.

- La mate- Ann se detuvo en seco- Cuando vi como estaba atacando a Ken, mi cuerpo simplemente reaccionó.

El silencio invadió la habitación. El detective parecía estresado mientras trataba de acercarse para calmar a Ann, pero ella reaccionó primero. Fue tan rápido que nadie se lo esperaba; había sacado un arma y disparado directamente hacia Ken.

- ¡No!- fue minutos después que reaccione sobre lo que acababa de suceder, corriendo rápidamente hacia Ken- Oh por dios, oh por dios.

Sangre, la sangre no paraba de salir. La bala había llegado al abdomen, por lo que él todavía se encontraba consciente mientras soportaba el repentino dolor. Miles, quien se acercó, entró en un estado de pánico al ver el estado en el que estaba Ken y no podía reaccionar, mientras que el detective se encontraba luchando tratando de arrebatarle el arma a Ann.

- ¿¡Cuando diablos me quitaste el arma!?- exclamaba mientras forcejeaba- ¡Ann, entra en razón!

- ¡Quítate de mi camino!- su puño golpeó el abdomen del detective, tomándolo desprevenido, antes de fijar su mirada a nuestra dirección- Eliminaré la maldita razón de todo esto de una vez por todas.

Levantó nuevamente el arma, apuntando directamente a Ken.

¡Bang!

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Silencio.

No podía escuchar bien, sentía que alguien estaba gritando.

¿Será Miles?

No, reconozco esta voz.

Ken...

.

.

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Claude.

Me estaba volviendo loco, todo se salió de control desde que Ann llegó repentinamente hacia nuestra ubicación. Nunca hubiera esperado que esa chica me persiguiera todo el camino hasta aquí, mucho menos de que me robara el arma mientras estaba distraído y disparara sin vacilar a una persona.

Una herida de bala era letal, pero milagrosamente no logró darle en un punto vital, pero debo decir que me impresionaba el hecho de que se mantuviera consciente aún soportando el dolor, sin mencionar que esa herida podría terminar abriendo las otras heridas que tiene en el abdomen.

Desde que escuche el primer disparo, trate de arrebatarle el arma de las manos a Ann, la situación se volvería más complicada aún si la hija de un oficial de policía terminara asesinando a alguien. Lamentablemente, había olvidado el hecho de que siendo la hija de un oficial, lo más probable es que recibiera entrenamiento para poder defenderse a sí misma, por lo que al recibir el golpe perdí momentáneamente mi fuerza.

Ahí fue cuando escuche el segundo disparo.

- N-no- la voz de Ann temblaba. Al levantar la vista descubrí porque.

Tyler se encontraba abrazando a Kenneth, la camisa que llevaba puesta estaba perdiendo gradualmente su blancura, tiñéndose de rojo.

Él había recibido el disparo utilizando su cuerpo como escudo.

Rápidamente aprovechó el momento de arrebatarle el arma a Ann y esposarla durante su estupor.

- ¡Tyler!- me volteé por la sorpresa al escuchar el grito, pero mi sorpresa aumentó aún más al ver al dueño de la voz- ¡Tyler, despierta!

Kenneth se encontraba tomando el cuerpo de Tyler, mientras sus manos, las cuales no paraban de temblar, las acercaba a su rostro. Nunca esperé ver tal mirada de miedo y desesperación en el rostro de la persona que asesinó a múltiples personas.

No podía comprender los pensamientos de estas dos personas; Tyler, que abandonó todo por una persona, incluso arriesgando su vida por ella; Kenneth, quien aun siendo alguien calculador y fácilmente puede deshacerse de las personas con tal de completar su plan, mostrando miedo por perder a la persona que él mismo decidió arrastrar a su mundo.

Estaba por acercarme a ellos y llamar una ambulancia, cuando sentí un repentino golpe en la cabeza y caí al suelo.

Mi consciencia estaba desapareciendo, pero no me impedía el saber de que alguien me había atacado por la espalda, pero ¿quien?

Ann estaba en estado de shock esposada, Miles estaba en un rincón tapándose los oídos y diciendo incoherencias, y prácticamente yo iba caminando hacia Tyler, quien estaba en estado crítico junto a Kenneth.

- Señor, su informante nos llamó y nos señaló su ubicación. Lo llevaremos.

¿Informante?

Eso fue lo último que alcancé a escuchar antes de perder la conciencia.

Al despertar, solo estabamos yo y Ann en la casa.

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Mi Vecino de al Lado [BL]Where stories live. Discover now