Capítulo 26

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Ann.

No podía ver nada, mi visión estaba completamente bloqueada y mi cabeza zumbaba; mis memoria eran borrosas, no podía recordar dónde estaba ni qué había pasado. Me tomó un tiempo el poder recolectar fragmentos de mi memoria hasta lograr recordar lo que había sucedido; me habían atacado.

Había ido a casa de Tyler para confrontarlo por lo que sabía, solo para descubrir que siempre supo la verdadera identidad de su nuevo vecino y de que tenía otro tipo de sentimientos hacia él. La idea de que dejara que todo esto continuará, aún incluso cuando una de nuestras amigas más cercanas desapareciera, por que le gustaba el hombre que estaba detrás de todo, me causo un desagrado y resentimiento enorme en su contra; diciéndole cosas horribles.

Cuando estaba por salir de la habitación fue cuando un fuerte golpe en la cabeza me hizo perder la consciencia; no tenía que pensar demasiado para saber quién fue el causante.

Llevo conociendo a Tyler desde que éramos niños. Él nunca había sido muy sociable y no tenía ningún amigo con el cual jugar, siempre lo veía solo en el parque cuando salía a jugar. Por las enseñanzas de mi difunta madre, sabía que tenía que ser amable y siempre ayudar al que lo necesitara, por lo que mi primer pensamiento a esa edad fue acercarme y volverme su amiga. Desde ese entonces hemos estado juntos hasta el punto de que nuestros padres incluso se conocían entre ellos; aunque, ¿quien no conocería a mi padre siendo el oficial en jefe de la policía'.

Nunca esperé que las cosas se volverían de esta manera.

No sabia donde me encontraba, ya que mi visión seguía bloqueada, pero me sorprendía el hecho de que siguiera con vida; estaba segura de que me matarían para mantenerme silenciada. Aún podía sentir dolor en el lugar donde me golpearon, incluso creo que tengo sangre seca en el rostro.

He intentado mover los brazos o mis piernas, pero descubrí que estaban completamente amarrados. El olor que invade mis fosas nasales era parecido a la madera húmeda, y lograba escuchar el sonido de las ramas de los árboles rozando la madera y el canto de los grillos; debo de estar en una cabaña. La única posibilidad es que me encontrara en las afueras de la ciudad, ya que tenía que estar en un lugar donde no sean capaces de encontrarme fácilmente, pero no podía entender el porqué estaba aquí. Hubiese sido más sencillo que me eliminaran para evitar cualquier futuro riesgo.

Pensé que estaría todo el día completamente inmovil y moriría lentamente de esta manera, haciendo que extrañara a mi padre y recordara los viejos tiempos con mi madre, pero unos repentinos pasos interrumpieron ese pensamiento.

- ¿Porque la mantienes viva?- la voz de un joven fue lo primero que logré escuchar; no podía reconocer de quien podría ser, pero tenía un posible dueño en mi mente, Miles.

- No es necesario que sepas en este momento, ve a descansar y no te preocupes por esto. Pronto todo terminará- el dueño de la otra voz, la cual era más grave, debía de ser Kenneth- Tengo unas palabras que decir con la señorita que está escuchando atentamente mientras pretende estar inconsciente, regresa a la casa.

Estaba impactada y aterrada; el hecho de que supiera que estuve consciente todo este tiempo me tomó completamente de improviso, pero no sabia que es lo que quería hablar conmigo. Cuando los otros pasos se alejaron y la puerta fue cerrada, pude sentir como me levantaban del suelo y me ponían en una silla; aun seguía amarrada pero me quitaron las vendas de los ojos, lo que me dejó momentáneamente ciega por el repentino impacto de luz.

Cuando mis ojos volvieron a acostumbrarse, miré a mi captor quien estaba sentado en una silla mirándome fijamente a los ojos.

- Un gusto. Ann, ¿correcto?- la forma en que estaba hablándome como si fuera una conversación normal con algún conocido me enfadaba- Cierto, debo quitar esto primero para que puedas hablar, mi error.

Mi Vecino de al Lado [BL]Where stories live. Discover now