Capítulo 28.

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Cuando Jolyne abrió los ojos, se encontraba abrazando a su querido delfín de peluche. La cama de su nueva habitación era muy cómoda, por lo que siempre le era difícil despertarse, su papi era quien le insistía por abrir los ojos y quien le hacía levantarse, pero esa mañana ella se despertó por sí sola.

La habitación que su papi hizo para ella le gustaba mucho, tenía muchos peluches y juguetes, su armario era de color rosa y ella misma lo decoró con estampillas de mariposa que la tía Elizabeth le había regalado el día que llegó a la ciudad, además tenía un pequeño librero con algunos cuentos, también un pequeño mueble al lado de la cama con una lámpara bastante bonita. Le gustaba su habitación y le divertía mucho pasar tiempo allí, pero a pesar de gustarle, cada mañana al despertar y darse cuenta que estaba allí, era un poco triste.

En el techo de su habitación en su casa con mamá tenía un colgante con mariposas, pero en la casa de papá no había nada parecido, solo un techo de color gris. Un color muy triste. Abrir los ojos y encontrarse con ese techo le hacía sentir mal, pero al mismo tiempo le hacía recordar que estaba en la casa de papá, así que su ánimo se reponía muy rápido.

Esa mañana Jolyne despertó y tras mirar el techo se sentó sobre la cama para tallarse los ojos. Se sentía muy bien, sentía que pudo dormir todo lo que quiso a diferencia de los días anteriores. Le pareció extraño que su papi no estuviera allí para despertarle, así que abrazando su delfín, bajó de la cama y salió de la habitación para ir a buscarle.

El lugar no era muy grande por lo que no tardó en llegar a la cocina, presentía que su padre estaría allí porque siempre preparaba el desayuno antes de ir a despertarle. Para su sorpresa había alguien más con su padre.

— Oh, buenos días Jolyne — Saludó el hombre pelirrojo de forma amable.

Jolyne parpadeó sorprendida al verlo allí. Recordaba que la noche anterior cuando se fue a dormir, él seguía allí, pero no se imaginó que se quedaría. Era la primera vez que alguien además de su papi y ella se quedaba.

— Jolyne, debes saludar apropiadamente — Habló Jotaro al notar que su hija no respondió al saludo.

— Buenos días, señor Kakyoin — Saludó sin salir de su sorpresa.

Kakyoin solo mantuvo su sonrisa. Junto a Jotaro se encontraba preparando el desayuno.

— ¿No vamos a ir al trabajo, papi? — Preguntó la pequeña.

— Hoy es sábado, Jolyne, hoy no hay trabajo —.

La niña abrió la boca con sorpresa al enterarse que era sábado. La emoción pronto brotó en su interior, se apresuró a subir a su silla y miró emocionada a su padre.

— ¿Qué vamos a hacer hoy, papi? ¿Podemos ir al parque? —.

— Ya tenemos planes, iremos a visitar a la familia —.

— ¿A la familia? —.

— Iremos a casa de la tía Elizabeth, toda la familia se reunirá para pasar el tiempo — Explicó sin apartar la atención de la estufa.

Jolyne recordó a todas las personas que conoció el día que llegó. Recordaba muy bien a la hermosa tía Elizabeth, también al gracioso tío Joseph y sobretodo recordaba a los primos Josuke y Giorno. Era la primera vez que los veía, así que se emocionó mucho y por ello su recuerdo se grabó muy bien en su cabeza. 

— ¡Sí! – Celebró estirando los brazos al aire. — ¡Quiero jugar con Josuke y con Giorno! —.

Kakyoin sonrió ante la emoción de la niña y le dio una mirada a Jotaro, quien fingió no mirarle.

Star Kids - Jojo's Bizarre Adventure Donde viven las historias. Descúbrelo ahora