Capítulo 23.

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El fin del año escolar finalmente había llegado junto con el verano y miles de niños les dieron una calurosa y afectuosa bienvenida, todos ansiosos por tener un descanso de la escuela y de las tareas. La mayoría de esos niños se pasaban todas sus vacaciones en casa, descansando hasta que sus padres también tuvieran vacaciones para poder hacer un viaje en familia.

El verano solía ser el periodo más relajante para los niños, mientras que para sus padres era lo contrario, pues debían dedicarse a cuidarles y vigilarles durante todo el día. La situación en la estancia infantil Bucciarati no era muy diferente, aunque extrañamente era la contraria a diferencia de muchos centros similares.

Mientras que en otros centros de cuidado o guarderías la demanda solía bajar, en el lugar de Bruno Bucciarati la demanda permanecía igual e incluso aumentaba un poco, pues los niños que solían pasar la mitad de la jornada en el lugar, llegaban desde temprano y se iban a la misma hora de siempre. Afortunadamente el hombre ya sabía que sería así, por lo que estaba preparado.

— Muy bien, chicos, es hora del almuerzo, tomen asiento una vez que laven sus manos — Anunció estando a punto de ir a la cocina por la comida.

— ¡Sí! — Corearon los niños yendo de inmediato al baño.

Normalmente uno de los cuidadores les acompañaría para asegurarse de que pudieran lavar sus manos, en especial el más pequeño de todos, pero ya que uno de los niños mayores se había estado haciendo cargo de su cuidado desde temprano, lo dejó en sus manos sabiendo que podría manejarlo.

Una vez que los niños tomaron asiento en su pequeña mesa, los cuidadores sirvieron el almuerzo. El menú del día consistía en rollitos fríos rellenos de queso, salami, pepperoni y pechuga de pollo espolvoreados con queso parmesano, el jugo del día era de manzana y el postre era un poco de gelatina de fresa.

Los niños no esperaron mucho para empezar a devorar el delicioso almuerzo disfrutando de él.

— ¡Esto está delicioso! — Exclamó Mista fascinado con la comida.

— Es delicioso — Comentó Giorno igual de fascinado, pero con más calma.

¡Rico! —.

— Narancia ten cuidado, se está cayendo todo — Fugo se apresuró a atrapar un poco del relleno que caía de la comida de su amigo por la forma en la que estaba comiendo.

Bruno sonrió complacido de ver sus alegres caras y junto con Abbacchio comieron su propio almuerzo en la otra pequeña mesa. Dado que eran mesas para niños solían sentarse en el suelo, pero ambos estaban bien con ello.

— Esto es genial ¡Estoy seguro de que mamá puede prepararlos! — Exclamó Mista una vez más, planeando en contarle a su madre sobre el platillo.

— ¿Tu mamá? — Giorno le miró con curiosidad.

— ¡Sí! ¡Mamá es la maestra de los postres más genial que existe! — Aseguró con orgullo.

— Pero esto no es un postre — Le señaló Fugo.

— ¿No? Pero es pan —.

— Pero es salado, los postres se distinguen por ser dulces —.

— Pero lleva pan y el pan se hace con harina como los pasteles y los postres —.

— No todos los postres se hacen con harina, los cheescake utilizan queso crema o nata como base, no llevan harina — Explicó mientras limpiaba las mejillas de Narancia.

— ¡Da igual! ¡Esto lleva pan y mamá también es muy buena haciendo pan! — Proclamó sin detenerse a pensar en los detalles. Guido evitaba complicarse pensando mucho las cosas.

Star Kids - Jojo's Bizarre Adventure Where stories live. Discover now