Capítulo 37

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Jace despertó en la mañana sintiendo la suavidad de las sabanas bajo su piel desnuda. Abrumado por el hecho de haberse despertado, se removió en la cama y enterró su cabeza aún más en la almohada que abrazaba. Estaba boca abajo y su entrepierna rozó contra el colchón. En el proceso en que se movía, sintió otro cuerpo a su lado, el leve roce del muslo de Cooper en su entrepierna lo hizo sonreír. Pronto, Cooper lo estaba abrazando por su cintura, atrayéndolo hacia su cuerpo.

—Buenos días —murmuró el castaño, dejando después un suave beso en el hombro desnudo de Jace.

Jace se giró lentamente para mirarlo, de forma casi dormida le sonrió y se acurrucó en su cuerpo.

—Hola —correspondió al saludo de su novio, inclinándose un poco para besarlo. Cooper lo abrazo por completo, dejando que su mano recorriera su espalda desnuda.

—¿Cómo te sientes? —preguntó en voz baja, su voz escuchándose ronca y seca, con sus dedos, subía y baja por la piel de Jace. Jace se tomó unos segundos para responder, deleitándose con los toques que su novio dejaba con suavidad.

—Me siento un poco adolorido, pero estaré bien ¿Y tú?

—Estoy bien —fue su simple respuesta junto con una sonrisa. Luego se inclinó para besarlo y acorralarlo más a su cuerpo. Jace se rio tiernamente, aceptando que su novio casi lo pegara a su pecho como oso de peluche. Él tampoco se quedó atrás, envolvió a Cooper con un abrazo alrededor de su cintura. Sus piernas incluso estaban enrolladas entre sí. Se miraron por un segundo en completo silencio, lentamente comenzando a despejar el sueño de sus cuerpos. Luego la realización llegó y Jace se sonrojó al recordar todo lo que habían hecho.

—Anoche fue genial —murmuró, sin poder dejar de sonreír.

—Lo fue.

—Es... no se parece a nada de lo que haya imaginado.

—¿Y eso está bien? —Cooper preguntó con cautela, pero mantenía la calma, pasando la punta de sus dedos por el cuerpo de Jace.

—Sí, aún estoy procesándolo, pero sé que fue mejor de lo que llegue a pensar.

—Pienso lo mismo —murmuró el castaño, levantó su mano, alejándola del cuerpo de Jace para acariciar su rostro, apartando con cuidado mechones de cabello que caigan en su frente. —He hecho esto muchas veces, pero ninguna se sintió así. Nunca había hecho esto con amor, todo lo que sentí anoche fue hermoso. Amo que podamos compartir nuestro amor de esta forma, no pensé que podría hacerlo; me alegra que la primera vez haya sido contigo.

Jace apartó un poco la mirada, no por vergüenza, sino porque las palabras de Cooper siempre hacía que su corazón se calentara, llenándolo de sentimientos fuertes. Apenas era de mañana y él ya tenía sus mejillas sonrojadas, sonrió un poco, mordiéndose el labio después. Cooper seguía acariciando su rostro cuando volvió a mirarlo, sin apartarlo, se acercó para besarlo. Cooper atrapó su rostro y no permitió que se alejara, unió sus frentes, manteniendo sus ojos cerrados mientras hablaba.

—Me haces muy feliz, Jace.

Él sonrió y tragó saliva para ahogar el llanto que de alguna forma se había formado en su garganta. Llevó sus manos hacia las mejillas de su novio y las acarició, dejando en sus gestos todo lo que quería decir. Se quedaron así por unos segundos para después acurrucarse una vez más. Jace incluso estaba quedándose dormido cuando escucho a Cooper hablarle en voz baja.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

Jace alzó la mirada y asintió, en el proceso, hizo todo lo posible por mantenerse despierto cuando lo único que deseaba era volver a dormir. Cooper le regaló una sonrisa y le dejó un par de caricias a modo de disculpa, él también quería seguir descansado, pero tenía una leve inquietud y quería sacarlo de su sistema.

El tutor de mi corazón.Where stories live. Discover now