El tutor de mi corazón.

Capítulo 36

Entre besos, la pareja subió al segundo piso. A ciegas, Cooper condujo a Jace hacia la habitación. Cuando sintió su pie tocar la madera de la puerta, presiono a Jace contra ella, sus manos, que estaban en la cintura de Jace, empujaron un poco hacia adelante, haciendo que Jace se pegara más hacia él, sus pechos se tocaron y ambos dejaron escapar un jadeo. La cercanía hizo que sus partes bajas se tocaran. Jace gimió cuando sintió la suave erección de Cooper rozar con la suya, ese gemido se fue ahogado cuando Cooper profundizo más el beso.

Con el beso tornándose más intenso, Cooper tomó la manija de la puerta y de un empujo los adentro a ambos en la habitación. Sus manos desesperadas recorrían el cuerpo de Jace mientras comenzaba a desnudarlo. Ambos jadeaban, en un intento de recuperar el aliento mientras se quitaban la ropa.

—¿Te gustaría que me quedara con mi camisa hawaiana? —preguntó con picardía el castaño, al mismo tiempo, una mirada sugerente se le escapó.

Jace soltó una risa y negó con su cabeza levemente, estaba claro que su novio no iba a dejarlo en paz con eso. Ignorando su pregunta y no respondiendo a ella, tomó a Cooper del cuello y lo atrajo hacia él. Los chasquidos de sus labios se escuchaban por toda la habitación, sin separar sus labios dieron pasos torpes hacia la cama. Cooper dejó caer con suavidad a Jace en el colchón, teniendo cuidado de caer encima de él sin apretarlo.

Cooper rompió el beso solo para comenzar a dejar besos en el cuello de Jace. Jace se aferró a él, gimiendo de placer cuando los dientes de Cooper rozaban su piel. Comenzando a perderse en el placer, movió sus caderas para tener contacto con la erección de su novio. Cooper tomó sus caderas, conforme a su deseo, y también movió las suyas para comenzar a mover su erección con la de Jace. Jace volvió a gemir, excitándose ante el toque. Estuvieron así por unos segundos hasta que Cooper se alejó del cuello de Jace, se alzó para mirarlo; ambos respiraban sin aliento. Cooper acercó su frente a la de Jace, quedándose así por un momento para recuperar fuerzas.

Jace comenzaba a impacientarse por la falta de movimiento, decidió tomar la iniciativa y junto sus labios con los de Cooper. Rápidamente, otro beso lleno de deseo empezó. Cooper recorrió con sus manos la piel desnuda de Jace, ya siendo conocedor de su cuerpo sabía que partes tocar para darle placer a su novio. Cuando llegó a sus piernas, tomó sus muslos y los colocó alrededor de sus caderas, de esta forma sus erecciones, todavía cubiertas por la tela de sus calzoncillos, podían tocarse y sentirse un poco más. Jace estuvo complacido por eso, expresándolo mediante un gemido.

Cuando la falta de aire fue insoportable, se separaron. En la tenue oscuridad de la habitación lograron verse, sus ojos expresando todo lo que sentían, era como una emoción que los envolvía cada vez que tenían estos encuentros donde demostraban su amor de una forma carnal. Jace alzó una de sus manos y la colocó sobre la mejilla levemente caliente de su novio, incluso desde ahí podía sentir el corazón de su novio latiendo con frenesí, este palpitaba al mismo ritmo que el suyo, eso lo hizo sonreír de forma suave y cálida. Tragó saliva cuando una realización llego a su mente, no pensó en sus palabras, ni siquiera analizó la situación, pero era algo que quería desde hace mucho tiempo, y hoy, el momento había llegado. No quería más roces y caricias, quería ir mucho más.

—Cooper...

—¿Sí?

Jace tragó saliva, tomándose unos segundos, su respiración ya había cambiado, pero su corazón seguía retumbando con frenesí. Ignoró todo eso, no quería dar marcha atrás.

—Podemos... quiero ir más allá esta vez...

Hubo un momento de silencio después de eso, no era algo de lo que habían conversado, y fue bastante sorprendente para Cooper, quien abrió un poco más los ojos de lo habitual, observando a Jace sin saber qué decir. Jace no tuvo que decir o explicarse más, Cooper sabía exactamente lo que estaba pidiendo. El rubio, temiendo que hubiera arruinado el momento, abrió su boca para decir algo, sin embargo, Cooper se le adelantó.