— Sería agradable — Asintió el egipcio.

— Yo me encargaré de llevar a este chico a la cama — Jean-Pierre guiñó un ojo a su hermana y se encaminó hacia la habitación de su sobrino.

— Entonces pondré el agua para el té – Sherry sonreía como solía hacerlo y estaba por dirigirse a su cocina, pero tras dar tres pasos sus piernas se tambalearon.

De no ser por los rápidos reflejos de su cuñado, la mujer habría caído, pero este la sostuvo desde atrás.

— Sherry ¿Estás bien? —.

— Ah... Sí, estoy bien — Los ojos entrecerrados y cansados de la mujer delataban su mentira, pero ella se apresuró a continuar poniéndose de pie. — Fue solo... Un pequeño mareo —.

— Mejor toma asiento, yo me haré cargo del té — Las cejas del hombre se fruncieron en preocupación y su mirada se tornó seria.

Al ver esa mirada, la mujer supo que no valía la pena insistir, así que solo asintió y dejó que el hombre la guiara al pequeño sofá individual de su pequeña sala.

— Merci, frère — Pronunció ella en voz baja, sabiendo que él entendería perfectamente.

Avdol le miró una vez más antes de retirarse a la pequeña cocina. Gracias a lo pequeño que era el departamento podría vigilarle al mismo tiempo que preparaba el té, además gracias a que sabía perfectamente dónde estaban las cosas en esa casa, no se le complicarían las preparaciones.

— Le petit ver glissant ya está en su cama, dormirá hasta mañana — Jean-Pierre volvió a la escena y tomó asiento de inmediato en el otro sofá.

El espacio era pequeño y la sala constaba de un pequeño sofá individual y otro un poco más largo donde solo cabrían dos adultos más. No era mucho, pero el espacio era suficiente para la cantidad de habitantes y de personas que frecuentan ese hogar.

— Muchas gracias por llevar a Guido a divertirse — Agradeció Sherry a su hermano.

— ¡No tienes que agradecer por eso! ¡Sabes que me encanta pasar tiempo con él! —.

— A él también le encanta — La sonrisa en su rostro se hizo pequeña y se tornó apenada. — Pero... Sé muy bien que cada paseo les desvía de su rutina —.

La expresión alegre de Jean-Pierre decayó un poco, sabiendo que su hermana decía aquello con un sentimiento de culpa.

— Hey, ya te dije que no hay problema con eso —.

— ¿No tuvieron que cerrar antes el restaurante? —.

— Era un cierre ya programado —.

Sherry desvió la mirada, sonreía, pero su expresión era de culpa y angustia y su hermano lo sabía bien.

— A nosotros nos encanta pasar tiempo con Guido, además él está de vacaciones, merece tomarse un tiempo fuera de la rutina y divertirse —.

— Lo sé, me gustaría que pudiera disfrutar de las vacaciones como todos los demás niños — Ella sabía que su hijo se divertía con sus amigos de la estancia, pero era seguir con la misma rutina de todos los días y eso no era del todo justo para él.

Jean-Pierre apretó los labios con fuerza, conteniendo su voz y meditando lo que diría antes de hacerlo. Sabía que el tema que quería tratar era delicado para su hermana y que por eso debía hacerlo con mucho cuidado.

Por su parte Avdol escuchaba todo desde la cocina, en silencio y manteniéndose al margen de forma respetuosa, pero cuando el té estuvo listo tuvo que unirse a la reunión en la sala. Llevó consigo una bandeja con tres tazas de té para que cada uno tomara la suya.

Star Kids - Jojo's Bizarre Adventure Where stories live. Discover now