¿Y si la historia comenzara a contarse desde el principio? Antes de que el laberinto se hubiera realizado. Cuando los protagonistas de esta historia no eran más que unos críos. Unos niños especiales. Unos niños que habían sobrevivido al Destello por...
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— ¡Estupendo! —exclamó Nathan, su voz haciendo eco.
— ¡Muy bien, Thomas! —le siguió Minho, rodando los ojos—. "Vamos a escucharlos, a ver lo que nos dicen". ¡Nos ha salido de coña!
Thomas rodó los ojos también, soltando un suspiro. — Cállate, Minho. —le dijo, mientras los demás intentaban soltarse.
Todos estaban colgados de los pies boca abajo, donde perfectamente podrían cortar las cuerdas y dejarlos caer para morir. Habían visto una palanca al lado en el suelo, y supusieron que eso no sería bueno.
Jorge se había llevado a Peter y a Liam, y a todos los demás los había colgado.
______ se intento estirar a quitarse las cuerdas de los pies, pero de nada sirvió, era imposible. Ninguno llegaba para poder quitarlas.
Dejaron de hablar cuando escucharon pasos acercándose a donde estaban. Todos miraron hacia el frente, mirando con odio a la persona que tenían delante. O más bien del revés.
— ¿Disfrutando de las vistas? —Jorge dijo con una sonrisa ladeada, parándose hasta quedar delante de ellos.
Todos lo observaron no muy contentos.
— ¿Qué coño quieres? —Thomas lo fulmino con la mirada, dejando de intentar quitarse las cuerdas.
— Esa es la cuestión —Jorge sonrió—. Mis hombres quieren revenderos a CRUEL. La vida les ha hecho pensar en pequeño —algunos lo miraron frunciendo el ceño—. Pero yo no soy así.
Mostró un extraño palo en sus manos, agitándolo en el aire para después chocarlo contra la palma de su otra mano.
— Oh, no por supuesto que no —murmuró el rubio, dejando caer esas palabras. El moreno lo ignoró y continuó.
— Algo me dice que vosotros tampoco lo sois.
— ¿Se me está subiendo la sangre a la cabeza o este pingajo solo dice tonterías? —habló Minho burlesco, como siempre, sacando unas risas de Nathan y Will, mientras miraban a Jorge como podían.
El moreno los observó por varios segundos, pero después apuntó a Thomas y a ______ con el palo.
— Contadme todo lo que sabéis sobre el Brazo Derecho. —dijo, haciendo que más de uno riera, ¿les estaba tomando el pelo?
— ¿No has dicho que eran fantasmas? —habló Newt rápidamente.
El hombre lo observó y elevó los brazos, sonriendo cínico.
