13| Cambios de personalidad

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En casa el silencio era más que notorio. Ni siquiera la presencia de Elissa era suficiente para llenarlo, y cuando llegaba del instituto después de las prácticas de animadoras lo único que hacía era encerrarme en mi dormitorio. Y sí, al parecer, tener la muñeca indispuesta no era una excusa suficiente para no asistir a las prácticas, por lo que Jessica no solo me obligaba a estar presente, sino que de paso me usaba como su camarógrafa personal mandándome a grabar las rutinas con su IPad. Lo peor de todo era que la temporada ya había cerrado, pero ella quería seguir practicando para dejar bien preparadas a las chicas para el siguiente año, ya que ella no estaría. Y aunque yo tampoco, seguía atada al equipo hasta que el curso acabara. Ordenes de la directora.

Y Holder había desaparecido. De eso hacía tres días.

Luego de nuestra sesión de estudio —si así podíamos llamarle— esperé que nuestra relación se volviera un poco más llevadera, con menos insultos y más paciencia de parte de ambos; pero al llegar al día siguiente al instituto con una muñequera, no lo vi. Tampoco el día que le siguió a ese, ni el siguiente. Quería creer que nuestro último encuentro no había tenido nada que ver, y de verdad lo hacía, pero seguía teniendo la amarga sensación de que a lo mejor llevarme al hospital, preocuparse por mí había sido demasiado para él. Sobre todo, desde que aquella conversación que habíamos tenido en el salón de filosofía donde me había pedido que me alejara de él.

Suspiré y me dejé caer en el respaldar de la silla mirando mi laptop.

—¿Por qué es tan difícil el español? —me quejé. Tenía que resolver una tarea para mañana sobre el verbo y sus conjugaciones, pero mi cabeza ya no podía más con tantas conjugaciones. Tomé mi móvil y le escribí a Luke con mi mano sana:

¿Terminaste la tarea de español?


Estaba en línea por lo que me quedé en el chat esperando su respuesta. Después de un minuto llegó:


Sí, ¿tu?


Nop, me falta más de la mitad y ya no puedo más.



Ja, ja, ja. Eso pasa cuando dejas todo para último. Si hubieras hecho todo poco a poco, ya lo tendrías listo.


No te escribí para que me regañes. Pásame la tarea.


¿Qué gano yo a cambio?

¿Que no largue a Rosie de
tu vida para siempre?

Diana... no me parece gracioso, creí que ya habíamos llegado a un acuerdo.

Rodé los ojos.

Sí, sí. Lo siento.
Pásame la tarea y te compro Buble tea durante una semana.


Eso sí me gusta. Va.


Me quedé esperando el documento.

Te lo envié por correo, está pesado. ¡Suerte!

Le envié un sticker de beso y, dejando el móvil en el escritorio, me arrastré con la silla hacia la laptop. Cerré varias ventanas hasta llegar al Gmail. Le di a descargar al pdf y me aburrí viendo lo lento que iba, así que abrí la ventana del Instagram para echar un ojo mientras esperaba. Muchas fotos de chicas del instituto presumiendo a sus nuevos novios.

Apostar Al Amor ©Where stories live. Discover now