HeartBeat (Terminada)

34. "Petición de dos"

Colocó el último tomate dentro de la cesta y cuando observó el contenido de ésta, decidió que ya había recolectado suficientes vegetales de su huerto. Entonces levantó la cabeza al escuchar el sonido de la grava siendo aplastada por neumáticos. Sonrió al ver la camioneta blanca de Naruto y en la parte de atrás, en lugar de las flores que cargaba hacia Hoorn, venían Sakura y par de chicos que ya conocía como amigos del rubio; algunos de las clases de karate y otro de la prepa.

Rodó los ojos cuando Naruto tocó la bocina y entró a la casa para dejar la cesta sobre la encimera, luego atravesó su hogar para recibirlo en la puerta de entrada.

—Dijiste a Sakura, ¿por qué traes a todos éstos vagos?— preguntó y de inmediato se escucharon los quejidos de los chicos. El rubio aplastó sus labios con un beso y luego rió.

—Se enteraron de la celebración y no querían perderse tu comida— mencionó.

—No vinieron con las manos vacías, ¿verdad?— inquirió y el que conocía como Kiba, levantó en el aire dos botellas de vino en respuesta.

Además de eso bajaron dos cajas de cervezas y Naruto sacó de la comioneta un gran pedazo de carne para hacer asado. Sus amigos no fueron los únicos que asistieron, pues a la media hora, cuando ya habían encendido la música y el horno, llegó Ino, la dueña de la florería a la que llevaban su mercancía.

—¡Que rico huele!— exclamó risueña y después de saludar a todos, la rubia mujer abrazó con cariño a los anfitriones —Feliz aniversario, Naruto.

—Gracias— respondió éste, aunque no sabía porqué Sasuke había insistido en celebrar el año tras haber salido de la operación.

—Les traje dulces— ofreció una caja rosa y el pelinegro la tomó agradecido para después dejarla en la encimera.

—Han venido más personas de las que esperábamos— murmuró a su novio y éste rió.

—Sopórtalo por hoy— pidió divertido y dejó un beso en su mejilla —Tú fuiste el de la idea.

—Sí, bueno...

—¡Oye, Naruto!— llamó Kiba y el rubio miró por la ventana hacia el patio trasero, donde estaban sentados todos —Ven y tómate unos tragos.

—Voy...

—No exageres, por favor. Hace poco que dejaste los medicamentos— señaló Sasuke, ahora con seriedad.

—No te preocupes, lo que menos quiero es emborracharme hoy— mencionó y hacia allá se dirigió, siendo sustituido por Sakura en la cocina.

—Déjame ayudarte— ofreció la pelirrosa.

—¿Puedes preparar la ensalada?— preguntó él.

—Claro...— murmuró y otra vez le dió uno de esos codazos cómplices a los que ya estaba acostumbrado —¿Cuándo se lo dirás?

—Me da vergüenza hacerlo delante de tantas personas. Por eso quería que solo vinieran tú e Ino— susurró con la cabeza baja mientras escogía los ingredientes para preparar una salsa.

—Pero si es súper romántico— señaló ella.

—Precisamente por eso.

—Ya quiero ver su cara— dijo risueña, pero calló cuando sintió pasos a su espalda. Sin embargo, al ver que era la florista, relajó su postura.

—Sasuke, los tulipanes están hermosos. Naruto y tú están haciendo un gran trabajo— halagó la rubia.

—Ya sé, está muy orgulloso de ellos— respondió.

—Cada que van a buscar blancos para los ramos de novias, me exigen que sean de sus cultivos.

—¿De verdad?— preguntó Sakura y al verla asentir, abrazó a Sasuke, poniéndolo algo incómodo —Es que hay tanto amor en ésta casa, que tiene que repartirlo— bromeó.