HeartBeat (Terminada)

33. "Confesiones"

Hacía muchos años que dejó de tener vergüenza por su desnudes. Se mostraba incluso bailando frente a extraños y a Sasuke simplemente no le importaba; pero que su pareja lo encontrara en esa situación tan comprometedora, justo después de que le haya respondido con negativas sus intentos de acercamiento, era realmente difícil de procesar ¿Cómo lo miraría? ¿Con qué cara se atrevería a hablarle o pedirle una disculpa?

Pasó media hora sentado en la sala después de vestirse, pensando en cómo subiría al cuarto. Naruto ni siquiera se había tomado la molestia de decirle nada... Sasuke gruñó rabioso y tomando sus compras de la sexshop, las arrojó a la basura antes de volver a entrar a la casa y detenerse a inicios de las escaleras. Lo mejor sería enfrentarlo de una vez, explicarle las verdaderas razones por las que lo había hecho; pero todas sus acciones lo mostraban como un puto que no podía dejar el sexo a un lado ni siquiera cuando su novio estaba enfermo.

Al entrar a la habitación todo permanecía oscuro, Naruto estaba acostado en su lado, cubierto con la frazada. Él se acercó, no atreviéndose a mirarlo de frente, sinó manteniendo la vista en su espalda ancha.

—Naruto...— llamó —Lo que viste...— comenzó, pero al verlo acomodarse y cubrir su cabeza, desistió de cualquier disculpa y dolido terminó acostándose en su lado.

¿Por qué todo se salió de control de esa manera? Era la primera vez que discutían desde aquella vez que intentó alejarlo, de nuevo quedando como un estúpido aunque era dos años mayor. Con su barbilla temblorosa, comenzó a rascar ansiosamente una de las esquinas de la almohada, incapaz de obtener descanso, pero su nerviosismo creció cuando otra vez sintió a Naruto moverse. Éste lo abrazó por la espalda, dejándolo de piedra, pero en ésta ocasión no se sintió cariñoso, sinó posesivo. Comenzó a besar su nuca mientras agarraba el elástico de sus pantalones para descubrir su trasero, y Sasuke por instinto buscó su mano y lo detuvo.

—Espera...— jadeó, pero el rubio tomó su muñeca con brusquedad y le apartó la mano, entonces buscando su entrada con los dedos y haciéndolo gemir.

—¿Por qué?— inquirió.

—Todavía no puedes...

—No... ¿Por qué yo tengo que resistirme y tú puedes jugar de esa manera? Es demasiado injusto— se quejó enojado y Sasuke percibió como comenzaba a rozar su erección entre sus nalgas —Y vas a la sexshop y te compras un dildo...— resopló una risita amargada —¿Te gusta más ese juguete que ésto?— siseó y lo penetró de una estocada, llegando al fondo y dejándolo sin aire —Puedo soportar que te masturbes a escondidas, pero un consolador... ¿en serio? ¿Si tanto deseo tienes de que te la metan, por qué simplemente no me dices? No eres el único que está desesperado por sexo en ésta casa— gruñó cuando empezó a mover sus caderas, mientras apretaba su cintura y lo mantenía en el lugar.

—Puedes lastimarte...— gimió, totalmente estremecido por la sensación.

—Mi orgullo es el que está lastimado, viendo a mi novio buscar el medio de satisfacerse porque yo no puedo complacerlo— mordió su hombro y ante el dolor lascivo, Sasuke terminó llegando al orgasmo con un fuerte jadeo —Y todavía tienes cara de decirme que no piensas en eso...— salió de él y volvió a su lugar, quedándose de espaldas y mirando el techo con semblante furioso, después de dejarlo tembloroso y mojado.

Sasuke, luego de recomponerse un poco, giró y lo encaró, aún avergonzado.

—Lo siento...

—Ahórrate tus disculpas— dijo serio —No estoy enojado contigo, estás en todo tu derecho... Es solo... pensé que me tenías más confianza. Podías haberme dicho lo que ocurría— exclamó.

—¿Y que te forzaras a hacer lo que no podías?— reclamó con voz sentida —Ya he tenido suficiente de temer por tu bienestar.

—Acabo de follarte y no parece que vaya a morir ni nada por el estilo— protestó con sarcasmo y lo vió bajar la cabeza —Sasuke, conozco mi cuerpo. Si te digo que puedo es que así es... ¡¿Y cómo carajos quieres que me aguante si te veo ahí en el sofá...?!— inquirió con mejillas rojas y acomodó su erección aún latente, pero luego tomó su brazo y tiró de él hasta tomar sus labios —¿Tienes idea de lo caliente que eres?

—¿No estás decepcionado?— Naruto lo miró a los ojos y negó antes de esconder el rostro en su cuello y comenzar a besarlo —Tenía miedo de que pensaras que aún tenía malas costumbres... de antes...

—Eso es lo más absurdo que he escuchado en mi vida— balbuceó contra su piel —Como seduces, como bailas...— raspó excitado —Siempre y cuando solo lo hagas para mí, estaré más que complacido de verlo.

—Nunca hablamos de eso, creí que querías olvidarlo.

—No lo menciono porque sé que tu vida no ocurrió debido a tus elecciones, pero te mentiría si te dijera que no me gustaba verte mientras danzabas en aquel escenario— confesó y lo guió a sentarse sobre sus muslos.

—Yo sabía que me mirabas— murmuró Sasuke.

—¿Sí?— preguntó con una sonrisa complacida.

—Después de conocerte, cada vez que subía, imaginaba que el lugar estaba vacío y solo tú me observabas. Quería alejarte de mí, pero al mismo tiempo no podía evitar intentar provocarte...

—¿De verdad?— preguntó con voz ronca, mientras comenzaba a acariciar su torso con las manos, por debajo de su suerter —¿Qué más imaginabas?— relamió sus labios cuando Sasuke se desnudó por completo y resistió un jadeó al sentirlo mover sus caderas.

—Que te acercabas y me tocabas, justo como ahora.

—¿Así...?— buscó su erección aún húmeda y lo acarició lentamente. Sasuke asintió, mirándolo con ojos obnubilados detrás de su flequillo largo y oscuro.

—Y después...— murmuró y levantó las caderas para sentarse nuevamente tras poner el miembro de Naruto en su entrada. El rubio jadeó complacido —quería ver esa misma expresión que tienes ahora, mientras me movía encima de tí al ritmo de la canción. Deseaba tu tacto, tu voz cerca de mi oído, tu respiración agitada. Quería hacerte venir como nunca en tu vida, quería que todo se borrara y ser capaz de verte a los ojos.

—Justo como ahora— señaló Naruto, elevando un poco sus caderas y llegando más profundo.

—Sí... como ahora— gimió y aceleró sus movimientos buscando su propia satisfacción, inclinándose hacia atrás, apoyándose en las piernas de Naruto y abriendo las suyas del todo, dándole una vista perfecta de la penetración.

—Por todos los cielos...— jadeó el rubio hipnotizado con la escena y el ver la expresión ladina de su novio, terminó corriéndose en su interior sin poder hacer algo al respecto —¡Aghh...! ¡Sasuke... demonios!— bramó entre espasmos y luego se dejó caer en la almohada con su corazón latiendo fuerte.

—Es mucho...— mencionó el pelinegro tocando su unión y el abdomen de su novio, todo embarrado. Naruto resopló una risita.

—Con las ganas que te tenía...— balbuceó y tiró de él para abrazarlo, de nuevo moviéndose en pequeñas embestidas.

—Oye, espera— protestó éste —Ya es suficiente para tí.

—Solo un poco más— raspó excitado y Sasuke tuvo que ceder ante sus caricias.