24. "Enfrentando los miedos"

1.1K 244 57
                                    

¡No puedes hacer ésto! Escucha lo que te digo ¡¿Por qué carajos tienes que ponerte en peligro otra vez?!— gritó Naruto colérico, a un Sasuke totalmente ajeno a su desesperación.

El pelinegro se estaba arreglando delante del espejo del baño, después de ponerse una de las mudas de ropa que había traído de su casa. Totalmente de negro, lucía como si fuese a trabajar otra vez al burdel. Al terminar se quedó quieto y suspiró; sus manos temblaban de los nervios, pero sabía que no podía seguir adelante si todavía tenía cargos de conciencia. Además...

¡No necesito que hagas justicia por mí!— gritó otra vez y luego los siguió por el departamento.

Sasuke se detuvo un momento a observar los tulipanes y tras tomar las llaves, salió a la noche ¿Por qué tenía que seguirlo hacia el peligro? ¿Por qué después de todo lo que sacrificó, aún él estaba decidido a meterse en la boca del lobo? Naruto no quería que diera un paso más, pero tampoco podía quedarse en su departamento a la espera. Pronto llegó a un callejón oscuro cerca del Blue Line, allí le marcó a Deidara y éste apareció casi a la media hora.

—Si Bee descubre que salí en horario de trabajo, se enojará demasiado— se quejó.

—¿Lo conseguiste?— preguntó Sasuke.

—Claro...— soltó una risita de suficiencia —Pero me parece curioso que dejes de prostituirte y empieces a consumir duro. Ese mundo es aún peor...— advirtió.

—No es para mí— rectificó y tomó el pequeño sobre de papel, para guardarlo en su bolsillo. Sacó un rollo de billetes y se lo pasó.

—¿Entonces para quién?— preguntó.

—Ya lo sabrás— fué su respuesta y luego de dejar una última advertencia de silencio, vivió a emprender su camino.

Hacía casi seis años que no se atrevía a pasar por esa calle, y mucho menos por delante de aquel lugar. Un burdel común, como la decena de locales que abundaban en el barrio rojo, pero éste era solo una fachada.

Sasuke, aún estás a tiempo— gruñó Naruto y luego maldijo cuando el pelinegro, tomando valor, entró.

Las personas que trabajaban allí, de inmediato lo reconocieron, y no tardó para que un ruso, de los que Naruto había dejado tirado en la calle, se acercara ceñudo y con muy mala cara.

—¿Qué haces aquí?— espetó.

—¿Dónde está Yahiko?— preguntó con simplesa, adornando su rostro hermoso con una máscara fría de estoisismo.

—No está— respondió éste, pero Sasuke, en lugar de marcharse, comenzó a caminar entre la multitud con dirección a la barra, seguido por el sujeto.

—Dile que necesito verlo— ordenó.

Naruto estaba tan tenso y preocupado, que mantenía sus puños y mandíbula apretados en todo momento. Tenía un deseo enorme de destruir aquel citio, y una de las razones era porque presentía que era el lugar que mantuvo a Sasuke cautivo siendo solo un niño. Esperaron por largas horas, pero él no iba a desistir, le había costado mucho prepararse para ese momento. Cuando la noche avanzó y los clientes comenzaron a irse, fué que el mismo sujeto de antes le hizo una seña para que lo siguiera.

Atravesaron lo que parecía un almacén, luego bajaron hacia un sótano bastante grande y húmedo con varias puertas. Sasuke entró en una de las habitaciones, y allí estaba el ruso, sentado en un sofá rodeado de sus compinches, delante de una mesa con mucho alcohol y varios paquetes de cocaína esparcidos.

—Estaba comenzando a extrañarte. Pensé que ésta vez te habías ido de verdad— se burló Yahiko, y sus hombres lo secundaron —¿Y tu amiguito?

Naruto siseó entre dientes, pero Sasuke ni se inmutó.

HeartBeat (Terminada)Where stories live. Discover now