HeartBeat (Terminada)

15. "Aún lejos"

—¿Y cómo está todo allá, después de la tormenta?— preguntó a su amiga, mientras acomodaba el audífono en su oído, tras salir al balcón.

Sus plantas estaban bien; perdieron algunos bulbos y tenían varías hojas magulladas, pero había esperado verlas peor cuando salió de casa de Sasuke en la mañana.

—Tranquilo como siempre, no ocurrió nada grave— contestó Sakura y después Naruto la oyó tomar algo —¿Entonces? ¿Qué pasó con aquel chico? Porque te escucho más animado.

—Él está bien— respondió, ignorando el molesto recuerdo del estado en el que lo encontró.

—Oh... ¿Ya son novios?— Naruto soltó una risita nerviosa y luego mordió su labio inferior.

—Pues, técnicamente no.

—¿Mmh? ¿Por qué tu respuesta no me satisface? Ya se acostaron, ¿verdad?— preguntó sin vergüenza.

—Sí...— confesó en voz baja mientras se agachaba para limpiar los tulipanes.

—Sé que sonará feo, pero, ¿usaste condón?— Naruto hizo una mueca de disgusto.

—No llegamos a esa parte aún— respondió serio.

—¿Quieres decir que continuarás con eso? Me refiero a tener algo serio.

—Estoy enamorado de él— le recordó —¿Cuándo te he dicho algo parecido?

—Ciertamente nunca, pero dada la circunstancia... No me imagino que tipo de personas debe ser, para que hayas caído tan rápido.

—Es el ser más increíble del mundo, con un corazón herido que guarda en una caja fuerte. Con ojos tristes que me hacen sufrir, pero que a la vez me fortalecen y no me permitirán descansar hasta que él sea feliz— murmuró, acariciando el pequeño y redondo bulbo donde en pocos días florecía un tulipán de color secreto.

—Es lo más hermoso que he escuchado salir de la boca de un hombre— suspiró Sakura —Solo deseo que puedas ser correspondido en igual medida. Si alguien lo merece, ese eres tú.

—Gracias, Saku— sonrió amplio.

Tras un largo rato de conversación sin importancia, Naruto colgó, a la vez que se ponía de pie para desechar todas las hojas maltratadas, ya con el trabajo hecho. Después de lavar sus manos, se sentó en el colchón para revisar sus mensajes; había uno de Bee, quien le avisaba que el bar abriría esa noche, y una imagen de Sasuke. Emocionado, se apresuró a abrirla, encontrando parte de su rostro escondido entre ese cabello que conocía tan suave y lacio. Suspiró recordando la pasada noche y luego, recibiendo los reflejos de los cristales de su ventana, le envió una selfie con una amplia sonrisa de felicidad.

"Contento porque mis tulipanes están sanos"

Le escribió, pero en lugar de un mensaje, al par de minutos de ser visto recibió una llamada suya.

—Me alegra— dijo Sasuke —¿En tu edificio no hubo daños?

—No, todo está en orden— respondió y se recostó del todo en el colchón —Lo único que me molestó fué dejarte solo, mientras te veías tan sexy enredado en las sábanas— bromeó e imaginó en su rostro esa leve sonrisa.

—Tan tonto...— murmuró el pelinegro.

—Bee me avisó que abrirá hoy, pero si quieres después del trabajo podría pasar por allá— preguntó algo avergonzado.

—Preferiría que no— lo escuchó tras unos segundos —Necesito pensar.

—¿Pensar? ¿Ocurre algo?— preguntó preocupado y algo desilucionado por su negativa.

—No... es solo que han sido días un poco difíciles.

Naruto no supo como interpretar sus palabras ¿Lo había molestado de alguna manera? ¿Por qué sentía que Sasuke lo alejaba?

—Entiendo...— suspiró —¿Puedo escribirte al menos?— otra vez el pelinegro se demoró en contestar.

—No sé escribir bien— su respuesta fué bastante sorpresiva, tal vez solo era una justificación. Naruto se sentó y apretó su rodilla con inquietud —Mejor llámame cuando estés libre.

—Sí, sí... te llamaré— respondió con rapidez y escuchó su risita.

—Bien, estaré esperando— dijo y después colgó sin más, pero dejándolo con un revoltijo de sentimientos encontrados.

Sasuke era como una espada de doble filo. La facilidad con la que manejaba su corazón, hizo pensar a Naruto que lo tenía en la palma de su mano.

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Esa noche tampoco había mucha gente en el bar, y junto a Shikamaru se repartieron sus tareas. Mientras su compañero vigilaba la entrada, él daba vueltas por el local, hasta que Darui le pidió de favor que le ayudara con unas cajas de cervezas. Fué a buscarlas hasta el almacén y luego las colocó en el suelo detrás de la barra, pero cuando se incorporó, incluso el bartender notó su cambio de ánimo repentino.

Naruto salió del bar mientras Yahiko y el otro hombre de cabello blanco que lo había acompañado anteriormente, se acercaban a pedir bebidas. El ruso de inmediato notó su mirada furiosa, y entonces lo encaró con diversión.

—Oh, ¿no eres aquel chico de la otra vez?— preguntó ladino —El amiguito de Sasuke... ¿Sabes dónde está?

—¿Para qué lo quieres?— siseó y Yahiko soltó una carcajada.

—Para jugar parchís, ¿no es así, Hidan?— le preguntó al otro.

—Claro, claro... A él le encanta jugar en trío— añadió y Yahiko miró el puño de Naruto cuando éste lo apretó sobre la barra.

El ruso levantó una ceja con curiosidad y luego se rascó la barbilla.

—No quiero verlos otra vez cerca de él— advirtió en tono frío y tajante.

—Vaya...— resopló Yahiko —Al parecer ese puto volvió a buscar alguien que lo proteja. La otra vez no le fué muy bien— dejó el comentario filoso sobre la mesa y Naruto se forzó en no verse afectado, aunque fué bastante chocante de escuchar ¿De qué estaba hablando ese tipo?

—No seas tan serio, tómate un trago con nosotros— indicó el peliblanco en tono burlón y colocando su mano en el hombro tenso de Naruto.

Con rabia, él sujetó su muñeca y de un gesto hábil y grotesco la fracturó, haciendo chillar de dolor al ruso y manteniendo el agarre que lo hizo agacharse; sin embargo, Yahiko no se inmutó, sinó que mantuvo el contacto con su mirada iracunda, mostrando una sonrisa arrogante.

—Alejate de él,— gruñó ronco —Es mi última advertencia. Si le vuelves a tocar aunque sea un cabello, te cortaré tus asquerosas manos— arrojó a Hidan al suelo y se quedó firme, hasta que Bee llegó debido al murmullo de los clientes que veían la escena.

—¿Qué está ocurriendo?— preguntó y miró preocupado el semblante de Naruto.

—Nada— dijo el ruso, encogiéndose de hombros y riendo cuando Hidan se paró detrás de él, alejándose del rubio y sujetando su mano —No sé en qué piensas cuando contratas a ésta gentuza— señaló divertido y otra vez miró a Naruto —Quien creció en el pantano, al pantano pertenece. Sasuke siempre me buscará, recuérdalo— dió dos golpecitos en su cien con el dedo índice y se dirigió a la salida del Blue Line.

—¡Te dije que no causaras problemas!— señaló el gerente, pero Naruto solo apretó más los dientes mientras veía las espaldas de los rusos —¡¿Me estás escuchando?!

—¡Cállate!— exclamó furioso cerca de su cara y se alejó, dejándolo con la palabra en la boca.