27. "A la par"

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Pasaron unos tres días en los que solo esperaba la corta visita para ir a ver a Naruto. Aunque aún dormía la mayor parte del tiempo, poco a poco se notaba más activo. Esa mañana a diferencia de las otras, al abrir la puerta, el rubio lo recibió con una gran y soleada sonrisa.

—¡Sasuke!— exclamó feliz.

—Mira nada más,— observó la enfermera que estaba ayudándolo con su desayuno —si le ha cambiado la cara— se burló de Naruto, quien solo se rascó la mejilla, algo sonrojado.

—¿Estás feliz de verme?— preguntó Sasuke mientras entraba al pequeño baño para lavarse las manos antes de acercarse.

—Sí, muy feliz— respondió él.

—Bueno, tórtolos, ahora que Sasuke llegó que se encargue de alimentarte. Yo iré a preparar las cosas para tu baño, que ya te toca— dijo ella y le dió la cuchara al pelinegro —Déjalo descansar un poco el desayuno y después levanta la cabecera de la cama, como ayer— le indicó.

—De acuerdo, gracias Shizune— dijo formal y la vió salir, antes de darle un beso a Naruto en la mejilla.

—Otra vez...— se quejó.

—Tienes que irte incorporando— dijo Sasuke en tono empático y le acercó una cucharada de gelatina de fresa.

—Me dan náuseas.

—Lo sé...— suspiró —Pronto estarás mejor— añadió, pero le dolía mucho ver a Naruto sintiéndose mal.

—Le pediré a la doctora que te deje aquí todo el día— balbuceó con la boca llena.

—Que más quisiera— respondió y la expresión infantil de Naruto, repentinamente cambió a una de mucha dulzura.

—¿Cómo están las flores? ¿Las has cuidado tan bien como a mí?— Sasuke apretó los labios por unos segundos, recordando que al igual que a Naruto, había roto las flores para poder darse cuenta de lo especiales que eran —Les tengo envidia a esos tulipanes— refunfuñó otra vez en tono infantil, percatándose de que sus preguntas calaron.

—¿Por qué?

—Porque están allá, contigo; te ven dormir y despertar...

—Dormiremos juntos muchas veces, así que no te entristezcas por eso, ¿de acuerdo?— Naruto, en respuesta, levantó su mano con lentitud y acarició su rostro, deteniendo el pulgar en su labio inferior y luego haciendo contacto visual con ojos de azúl intenso.

—¿Hasta cuándo me mantendrás al margen de lo que ocurrió?— Sasuke suspiró y dejó la gelatina en la mesita auxiliar.

—Ahora solo importa tu recuperación. Confórmate con saber que solo soy tuyo, y que en cuanto te den de alta, buscaremos un lugar para los dos y empezaremos de cero ¿Te gusta la idea?

—La adoro— sonrió —Buena forma de evadir el tema— halagó y Sasuke soltó una pequeña risita.

Tras media hora de reposo, comenzó a levantar poco a poco la cabecera de la cama, haciendo que el cuerpo de Naruto se adaptara de nuevo a la gravedad. Era un proceso lento, debido al peligro que aún corría con el proyectil en su cabeza, pero necesario. Cuando comenzó a tener mareos, Sasuke tomó su manos y le dió apoyo cada segundo del proceso. Ese día logró sentarse a noventa grados, cosa que aprovechó la enfermera, que después de traer toallas, esponjas, agua jabonosa y una almohadilla impermeable para el colchón, lo desnudó con ayuda de Sasuke y con delicadeza comenzó a lavar su espalda.

Naruto se aferraba a sus hombros y respiraba un poco agitado, mostrando su incomodidad y deseos de volver a acostarse, pero Sasuke notaba que hacía un esfuerzo por no emitir quejas. Con cariño apretó su agarre en un abrazo y luego dejó un suave beso en su cuello justo antes de que secaran su espalda y lo volvieran a acostar.

—¿Te sientes muy débil?— preguntó Shizune y el rubio asintió solo una vez —Ya casi acabamos y podrás volver a dormir... ¿Terminas?— le preguntó entonces a Sasuke, dándole la esponja y señalando los genitales de Naruto, hasta ahora cubiertos por una toalla blanca y pequeña.

—Eh... sí, claro— respondió y ella recogió los materiales ya usados y al salir cerró la puerta.

Él lo vió cerrar los ojos y tratar de normalizar la respiración, mientras comenzaba a limpiar con gestos suaves sus brazos y luego su torso desnudo. Estaba más delgado, pero seguía teniendo una figura excelente. Naruto no se inmutaba con su baño, ni cuando después de enjuagar con otra esponja, secara su torso; pero tras retirar la toalla de su entrepierna, entreabrió un poco los ojos y sonrió de lado, con semblante juguetón.

—¿De qué te ríes?— farfulló Sasuke.

—Tienes la cara roja— apuntó, haciéndolo chasquear la lengua.

—¿Cuándo perdiste la vergüenza? Solías ponerte todo estúpido con éste tipo de acercamientos— señaló, mientras lo aseaba con lentitud.

—Estuve casi muerto, lo que menos quiero ahora es gastar mi tiempo en timidez y dudas. Iré a por todas cada vez que desee algo, y eso incluye llevarte a la cama— murmuró con los ojos cerrados de nuevo.

—Dejemos de hablar de esos temas, se te está...— murmuró bajo.

—Si estás tocando ahí, ¿cómo quieres que no reaccione?— se quejó —Soy un joven gay y viril de veintitrés años.

—Pues contrólalo, porque es peligroso para tí— exclamó severo, pero ocultando su propio estado y diversión.

—Esa sería un buena muerte— bromeó.

—Ya cierra la boca y duérmete— regañó Sasuke, y después de escucharlo reír, notó como fué relajándose más.

Al terminar le colocó la bata de hospital solo metiéndola por sus brazos y luego lo arropó con una frazada. Cuando se acercó para besar su mejilla, sintió que Naruto sujetaba su camisa, impidiéndole alejarse. Rozó su rostro con el suyo y con delicadeza buscó sus labios. Sasuke suspiró al recibir un beso suave y cálido. Era solo un juego de roces, nada profundo o lujurioso; y en lugar de excitarlo, provocó que se le aguaran los ojos debido lo intenso de los sentimientos que eran transmitidos a la par.

—Naruto...— murmuró sobre sus labios con veneración.

—Sasuke...— respondió éste de la misma forma, pero con un atisbo divertido —Gracias por quedarte a mi lado— al escucharlo, éste suspiró y luego apoyó con cuidado la cabeza en su pecho, sintiendo el latido aún fuerte de su corazón, ese que había añorado cada hora de angustia y sufrimiento, y el cual creyó escuchar cuando estubo completamente hundido.

—Tú eres mi hogar, ya no puedo imaginar mi vida sin tí.

HeartBeat (Terminada)Where stories live. Discover now