19. "Solos"

1K 213 82
                                    

Se removió entre las suaves sábanas blancas, y cuando abrió los ojos y se encontró con la almohada a su lado, toda arrugada, sonrió tontamente y se incorporó un poco, buscando a Sasuke con la vista.

Él ya estaba vestido, para su sorpresa, y apoyado en la encimera de la cocina miraba en silencio algo que sostenía en sus manos. Naruto rápidamente buscó sus boxers y se los puso, tras ésto se le acercó por la espalda con la intención de abrazarlo, pero Sasuke se giró de repente, y la expresión de su rostro ya no le permitió moverse.

—Buenos días...— se forzó a decir en tono ecuánime ante la mirada fría y distante. No le respondió, simplemente le mostró lo que antes observaba: una postal de su pueblo natal —Oh, es Hoorn— exclamó entusiasmado —Quizás un día quieras visitarlo conmigo— ofreció y Sasuke desvió la mirada antes de hablar.

—Ésta noche volveré al trabajo— la noticia le cayó a Naruto con un balde de agua helada.

—¿Qué...?— balbuceó ansioso. Después de amarse así, ¿cómo podría permitir que se fuera con otros al reservado? ¿Tenía simplemente que soportar ver como usaban lo que ya consideraba preciado para él? Naruto apretó las esquinas de la postal en su mano y negó —Yo... entiendo que no tengo derecho a...

—Vuelve a Hoorn— lo interrumpió —Ya hice lo que querías, tuviste la cita que tanto deseabas, ahora apártate de mi vida. Te lo digo de nuevo: no perteneces aquí.

—¿Ésto es alguna especie de mala broma?— preguntó con voz quebrada y esperanzada, dejando la imagen caer al suelo y sujetando sus brazos con fuerza —¡¿Cómo eres capaz de decirme ésto después de llorar cuando te acostaste conmigo?!

—Tengo mucha práctica en la actuación. Estoy capacitado para dar la experiencia perfecta para cada cliente...

—¡Vete a la mierda!— gritó colérico y se alejó —¡Vete a la mierda tú y tu estúpida actuación...!— desesperado sujetó su cabeza tirando de sus cabellos rubios y le dió la espalda. Su respiración comenzó a tornarse agitada y Sasuke se sobresaltó, cuando con un fuerte golpe Naruto dañó el yeso de la pared —Yo puedo hacerte tan feliz, Sasuke...— lloró, otra vez acercándose y tomando su mano con expresión desesperada —O ayudarte... lo quieras... Si no puedes amarme, no importa; si no quieres estar conmigo yo lo soportaré, pero te ruego... te ruego por favor, no vuelvas a ese lugar. Podría conseguir un trabajo mejor, así no pueda dormir...— limpió con brusquedad una lágrima de su mejilla —Si lo que deseas es dinero, yo te lo daré sin recibir nada a cambio.

—¿Tienes idea de lo patético que luces en éste momento?— Naruto jadeó ante la fría interrogante y soltó su mano.

—Entonces... solo me usaste... como aquel sujeto del que habló Yahiko— murmuró, y aunque percibió el entendimiento en el rostro del pelinegro, no hubo reacción.

—Entre tanta mierda a veces aparecen personas como tú, que quieren ayudar, sacarte de la basura. Él me prometió todo, y aunque no sentía nada, acepté, pero cuando las cosas se pusieron difícil con ese maldito proxeneta, desapareció sin más. No creas en nadie si no quieres salir herido nuevamente—  pasó a su lado con dirección a la puerta —Busca a alguien que te merezca...

Cuando colocó una mano en la manija, Naruto se apresuró a tomar la otra y lo hizo girar. Una risita sardonica salió de su boca cuando encontró húmedos sus negros ojos.

—Eres un mal mentiroso— siseó con rabia.

—¿Mal mentiroso? Creíste todo...

—¿Cuál es el engaño? Dime, Sasuke...— gruñó —¿Que quisieras estar conmigo, o que quieras alejarme?

Él tiró de su agarre y se fué sin responder, dejándolo con manos temblorosas y un corazón roto. Naruto no lo siguió, ¿cómo podría? Si su cuerpo se desplomó al suelo y lloró, lloró sin mesura con un puño en su pecho y la reciente escena grabada en su mente. Sakura tenía razón, habían personas que no querían ser salvadas. Enamorarse de un prostituto había sido el peor error de su vida, uno que cargaría por mucho tiempo; lo presentía. Ese dolor de la soledad no era nuevo para él, y que Sasuke volviera a ese mundo, alejándose, se sentía agual a dejarlo morir.

Pasaron varias horas hasta que su respiración se calmó y las lágrimas se secaron. Después de pensarlo mucho, decidió marcharse. Sí él no lo quería en su vida, no había nada que pudiera hacer; y en algo tenía razón, no podría volver al Blue Line después de lo ocurrido. Con movimientos lentos y mecánicos se vistió, luego tomó su ropa y la tiró al suelo al lado de unas maletas. Mientras empacaba oscureció, pero no le importaba la hora, llegaría a la estación y esperaría el primer tren que lo acercara a Hoorn. Amsterdam, que antes se veía como un lugar prometedor, se había convertido en un infierno del que quería huir.

Cuando cerró las maletas, Naruto se quedó mirándolas en silencio por unos minutos. El teléfono comenzó a sonar, pero lo ignoró. Estaba renuente a hablar con nadie en ese momento, simplemente no podía. Sin embargo, la insistencia de la llamada era tanta, que terminó poniéndose de pie y reticente buscar el celular cerca del colchón. Era Shikamaru, y si al principio no iba a responder, lo mejor sería dejarle el mensaje a Bee, de que no regresaría a trabajar en ese lugar. Pero cuando descolgó, la voz de su compañero sonó baja y nerviosa.

Naruto, esos tipos están aquí— murmuró —Cuando llegué ya Bee los había hecho pasar al bar. Se llevaron a Sasuke para un reservado...— él negó con la cabeza y su mandíbula se apretó.

—Ya no es mi problema— respondió —Dile al gerente que no iré más— pidió y colgó, quedándose con el teléfono en la mano y la cabeza baja. Tragó duro ante la avalancha de inquietud que comenzó a formarse en su estómago, y miró hacia aquel primer bulbo que había comenzado a abrirse —Te equivocaste...— raspó dolido, pero entonces gritó furioso consigo mismo y tomando sus llaves, salió del departamento a toda prisa rumbo al Blue Line.

+++

Agitado, se detuvo en la entrada del callejón. Estaba tan furioso que las personas se apartaron de su camino solamente al ver su expresión. Todo el dolor y la rabia lo habían transformado en un demonio que buscaba desquitarse con los culpables.

No tuvo que entrar al bar, pues Yahiko salió en ese mismo momento con tres hombres, y llevando a Sasuke sumiso, apropiándose de él con un brazo sobre sus hombros. Naruto notó rápidamente que no estaba bien, su mirada era lejana y perdida, y caminaba tambaleante. No lo miró cuando se acercó lo suficiente, ni siquiera notaba que estaba ahí. Lo habían drogado, y otra vez planeaban dañarlo.

—¿No te advertí que no te le acercaras?— siseó apretando sus puños hasta que sus nudillos quedaron blancos.

—Ya te dije:— suspiró Yahiko con hastío —fué él quien volvió a mí. Después de todo...— sujetó la mandíbula de Sasuke y rió al ver su expresión vacía —yo lo crié ¿No es cierto, cariño?— tras otra risita divertida, miró al peliblanco de nombre Hidan y éste asintió antes de comenzar a acerse a Naruto.

—Ahora me voy a desquitar lo que me hiciste— raspó y sacó de un bolsillo una navaja plegable.

Naruto no se inmutó, simplemente se despojó de su chaqueta y después de rotar sus hombros, se colocó en posición de defensa. Hidan lanzó una puñalada, pero ni siquiera lo rozó; esquivó con facilidad par de ellas y después le pegó tan fuerte en el rostro, que el ruso cayó al suelo perdiendo el conocimiento.

—Yo no voy a huir de tí— advirtió mientras se acercaba a paso seguro —¡Aleja tus manos de lo que es mío!— gritó en el momento en el que Bee, Shikamaru y Neji salian del bar.

Yahiko gruñó rabioso y soltó a Sasuke, dejándolo caer al suelo debido a su debilidad, pero nadie se atrevió a acercarse a la escena, pues él y los otros sujetos se lanzaron a atacarlo, dos de ellos con navajas. Toda la furia que lo quemaba se la desquitó a golpes, a pesar de obtener par de cortes, logró desarmarlos y luego arrojarlos en el suelo con dolorosas proyecciones, dejándolos sin aire debido al golpe contra la dura piedra. Sus puños estaban manchados de rojo junto con su camisa, y en medio de la pelea se escucharon las cirena de la policía.

Solo soltó a Yahiko cuando ya éste apenas podía moverse y su cara era una mancha roja y borrosa. Con una última patada en sus costillas, se incorporó del todo y comenzó a acercarse a Sasuke, mirando de reojo a Bee, quien solo se encogió en su lugar. Naruto se agachó y lo sostuvo, sentándolo un poco para ver su estado; pero la rabia del ruso fué su condena, pues con trabajo logró sacar un pequeño revolver de una de sus botas y disparó.

Las luces de la policía y los gritos crearon una gran confusión entre los presentes que comenzaron a correr en medio del terror, y en el callejón adoquinado solo quedó Sasuke, incapaz de percibir nada a su alrededor, y sobre él, Naruto, con su cabeza ensangrentada.

HeartBeat (Terminada)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum