Anexo 4: Nosotros

138 18 2
                                    

Aviso: contenido +18. Aquí no se va a desvelar nada sobre Rainbow, así que si eres sensible ante este tipo de contenido puedes saltar al siguiente sin miedo.

Es mi primera vez escribiendo algo así... Espero que sea de vuestro agrado y ya iré mejorando (?


—¿Dos habitaciones individuales? —preguntó la recepcionista del hotel con interés.

Jake no contestó, seguramente estaba buscando en su cabeza las diferentes posibilidades y cuál sería la mejor opción.

—Una doble, por favor —Dije al ver que Jake no se atrevía. Él no me miró pero vi un leve sonrojo en sus mejillas.

La recepcionista hizo una pequeña mueca de disgusto y dio media vuelta para tomar una llave.

—Habitación 201 —deja la llave en el mostrador—, espero que disfruten su estancia en nuestro hotel.

—No lo dudes —dije con picardía mientras tomaba las llaves.

Después cogí a Jake del brazo y lo conduje hasta el ascensor. Una vez dentro me apoyé en la pared y crucé los brazos.

—¿Qué ocurre Erica?

—Nada... —Murmuré—. Solo que ella no me gustaba...

—¿La recepcionista? 

—Sí… Te miraba mucho. —Sé que es absurdo. Lo sé muy bien y aún así no puedo evitarlo. 

—No te hacía por una persona celosa —Jake no me miró pero vi un pequeño brillo en sus ojos. 

Suspiré en respuesta y cuando la puerta se abrió dije:

—Normalmente no, pero hoy ha sido un día de muchas… —pensé durante un instante— emociones… 

La sorpresa de Jake me encantó. Jamás llegué a pensar que podría conocer el lugar que siempre estaba dibujando en mis ratos libres. Sin embargo, enterarme de este modo de que recordaba aquellos paisajes porque pasé mis primeros años aquí fue duro y, como guinda del pastel, mi padre estaba escondido aquí mientras todo mi mundo se estaba viniendo abajo. 

Sí… Frank estaba haciendo lo suyo: huir. Su paranoia ha llegado hasta el punto de ocultarme este lugar para poder recluirse aquí. Y eso que le pregunté mil veces dónde estaba mi madre, pero él no me lo dijo para tener un lugar seguro. Siempre he sabido lo egoísta que es mi padre aunque nunca imaginé que llegaría tan lejos. 

Jake, que en todo este rato no había dicho nada, abrió la puerta de la habitación, entramos y dejamos nuestras mochilas por ahí. 

—¿No está mal, verdad? —echó un vistazo alrededor—. Es tarde, así que deberíamos pedir algo para cenar ¿Este hotel tendrá servicio de habitaciones? Quizá sí, parece muy bueno, aunque no sea muy grande… —Se estaba dirigiendo al teléfono de la habitación. 

Creo que estaba nervioso ¿Tanto le incomodaba estar a solas conmigo? 

—Jake, cálmate… —Le quité el teléfono de las manos para dejarlo donde estaba. 

—¿No tienes hambre? —Me miró con preocupación— No has comido nada desde el mediodía… 

—Tú tampoco —bajé el tono de voz. 

—Pero hoy-

Le interrumpí con un beso. No quería escucharlo, ya era difícil la situación por sí sola y hablar de ello no iba a solucionar nada. 

—Erica…

Fue lo único que pudo decir antes de que le volviera a interrumpir con otro beso, más atrevido esta vez. Apenas podía respirar, pero no paré, me encantaba el sabor de sus labios. 

Duskwood: Rainbow case.Kde žijí příběhy. Začni objevovat