Capítulo 10: Ese maldito nombre

187 19 7
                                    

JAKE

Casi todo el trabajo que me daban para hacer era en lo referente a delitos cibernéticos.

Estaba bastante a gusto allí, bueno, todo lo bien que se puede estar bajo esta especie de arresto domiciliario.

Escuché un silbido y me giré hacia el agente James.

-Jake es hora de tu paseo.

Ahí estaba su sonrisa de psicópata.

-No soy un perro -dije molesto.

-Venga, es una pequeña broma -la sonrisa no abandonaba su cara-. Toma, empieza a hacer frío.

Soltó una carcajada. Lo que recibí fue un gorro...

¡Malnacido! Parecía disfrutar con toda esta situación.

No sé si era una recompensa o algo que tenían que hacer para que no me atrofie, pero me dejaban salir cuatro días por semana a correr y ejercitarme.

Al principio salía con desgana pero era mi única oportunidad de salir de aquel piso, así que me acostumbré a hacer ejercicio.

***


Había pasado poco más de un mes y el agente González entró con un gesto de preocupación en la cara.

Deja una caja en la mesa y antes de poder abrirla me dice:

-Es tu teléfono. Aún no te has ganado el derecho pero tu padrastro está en el hospital. No te puedo decir mucho porque el pronóstico es reservado...

Rápidamente abrí la caja y saqué el teléfono. Aún tenía algo de batería y pude ver el ojo rojo de Nym-Os en la pantalla justo antes de poner el código de desbloqueo.

-Podrás llamar una vez al día, pero siempre bajo la presencia de uno de nosotros. Luego me quedaré con el teléfono -soltó un suspiro de cansancio-. No puedo hacer más, son órdenes de arriba.

-Gr-gracias.

Estaba sentado en el sofá con el teléfono en la mano bajo la atenta mirada de ambos agentes. No negaré que me sentía tremendamente observado, pero es normal, soy un hacker y en un momento puedo hacer mi magia. O al menos es lo que pensarían ellos.

Hacía mucho que no me ponía en contacto con el viejo, aunque fue el que se preocupó y cuidó de mí cuando mi madre faltó.

Al estar siempre huyendo no quería ir a verlo, temía que le hicieran algún daño para así conseguir que saliera a la luz. Así que corté un poco los lazos con él.

Suspiré con fuerza, tratando de reunir valor para llamar. Se escuchó una voz algo débil al otro lado.

-Hola viejo...

Mi padrastro se sorprendió tanto que casi se pone a llorar y a mí se me escapó una lágrima.

Parecía que estaba bien pero tenía una infección recurrente en los pulmones y esta vez le tuvieron que ingresar en el hospital porque se desmayó en el trabajo.

***


Las semanas fueron pasando e iba llamando a mi padre cada pocos días.
Su estado de salud ya era mejor e incluso le dieron el alta del hospital.

Me dieron a elegir cuál sería mi primera ventaja: si quedarme con el teléfono o ir a visitar a mi padre.

Elegí la segunda y fue uno de los días más bonitos que recuerdo. Sinceramente no fue una elección fácil ya que deseaba tanto hablar con Erica, pero después de dos meses sin tener noticias mías, me sabía mal contactarla. No sabría que decirle...

Duskwood: Rainbow case.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن