Capítulo 26: Cristales

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Jake nos miró a todos y antes de hablar se pasó la mano libre por el pelo. 

—Lo intentaré con los datos que acabo de recoger —no dejó de mirar la pantalla del dispositivo—, pero las habilidades de Rainbow son muy buenas... 

Nadie añadió nada. Sin embargo, no me gustaba que Jake se sintiera superado por Rainbow. 

Cuando la adrenalina surgida por la conversación con Rainbow se empezó a disipar, le pregunté a James si había una impresora en el piso, quería comenzar a estudiar una posibilidad que se estaba cruzando por la cabeza. Éste no quiso preguntar qué tenía en mente, cosa que agradecí al principio pero me empezó a molestar después: seguramente no tenían mucha fe en mi investigación.

Después de lo ocurrido el ánimo decayó bastante y pronto los agentes se fueron a dormir. Me disponía a hacer lo mismo pero antes le dejé una bebida a Jake en su escritorio, le di un beso en la cabeza y masajeando suavemente sus hombros le dije: 

—Sé que al final lo conseguirás —le dediqué mi mejor sonrisa—. Confío en ti. 

Di media vuelta para ir a mi cuarto cuando la mano de Jake agarró mi muñeca para traerme hacia él. No me dio tiempo a sorprenderme, ya que enseguida tenía sus labios sobre los míos. 

—Buenas noches —Jake estaba sonriendo. 

—No te quedes hasta tarde, tú también tienes que descansar —le di otro beso rápido, todavía me daba algo de vergüenza. Él solo soltó una risita y asintió con la cabeza para volver a su escritorio. 

***

—Tú lo has querido, Alexa. 

La voz de Rainbow era fría como el acero y la sonrisa llena de maldad y odio era lo único que podía ver tras la capucha le tapaba todo el rostro. 

Daba escalofríos. 

Estaba confundida y mis sentidos estaban nublados. El constante goteo proveniente de una tubería rota era lo único que rompía el silencio. 

Plic. Plic. Plic. 

—No le hagas daño —supliqué arrugando la nariz, el olor a productos químicos era demasiado fuerte. 

Plic. Plic. Plic. 

El goteo no cesaba. 

Entonces el filo de un cuchillo brilló en la oscuridad y escuché el grito de Jessy. 

Una puñalada. 

Otra. 

Otra más. 

Rainbow manejaba el cuchillo violentamente y volví a ver su sonrisa malvada. 

Soltó una carcajada que hizo mierda mis oídos. 

—¡Noooooooo! —Grité.

Abrí los ojos, estaba sudando y me costaba respirar. ¿Ha sido un sueño?  Vaya forma más bonita de empezar el día… 

Me levanté de la cama, cansada y de mal humor, me puse lo primero que vi y salí al salón. 

¿No es suficiente con todo lo que estoy viviendo que mi cerebro me jode más el día? Decidí mandarle un mensaje a Jessy, para asegurarme de que estaba bien. El recuerdo de esa pesadilla todavía perduraba y aún podía escuchar la carcajada que soltó Rainbow al final del sueño…

La mesa ya estaba puesta para desayunar, cosa que me sorprendió porque desde que estoy en el piso todo son comidas rápidas (y a veces malas). Había tostadas recién hechas, mermelada de diferentes sabores, un enorme bol con fruta, café, cacao y el agente González acababa de dejar un plato de tortitas recién hechas. 

Duskwood: Rainbow case.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ