Capítulo 16: Un gatito en la cocina

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JAKE

No paraba de dar vueltas de un lado a otro por el salón, trataba de mantener la calma pero me era imposible. ¿Qué me pasa? ¿Adónde fue el chico sereno de hace años? Sin duda, Erica me había calado más fondo de lo que me gustaría admitir. Mentiría si dijera que verla no me ha gustado, es más, me ha encantado, pero no quería verla bajo esas circunstancias y mucho menos que se enterara de mi identidad de ese modo. 

No obstante, cuando me descubrió sentí alivio, aunque me dejó una rara sensación… He pasado muchos años escondiendo mi identidad y cuando la vi entrar en la sala de interrogatorios solo quería gritarle a pleno pulmón quién era.

En las escaleras tuve el impulso de besarla. Me moría de ganas. Hasta por un momento pensé en irme con ella, pero huir del propio edificio del FBI era demasiado temerario. Erica me hace ser impulsivo, irracional e imprudente… Pero eso me gusta un poco y hace que mi corazón lata con fuerza. La verdad es que no estoy acostumbrado a esta sensación…

―¿Se puede saber qué te pasa Jake? ―La voz de James hizo que me parase en seco. Le miré mientras me pasaba la mano por el pelo y seguro que notó la confusión en mi cara. ―¿Qué tienes que ver con ella?

Ambos agentes no dejaban de mirarme, me sentía incómodo con ello pero, en parte, lo entendía, conocía a la chica que estábamos investigando y que ha sido nombrada por un asesino -y ahora confirmado- en serie. 

―No nos has dicho que conocías a Alexa Davis ―Añadió el agente González cruzándose de brazos. Me tomé mi tiempo para contestar, estaba mirando a la mesa del salón donde estaban desplegadas las pistas de la nueva víctima.

―N-no sabía que se llamaba así… ―Las palabras salieron torpemente de mi boca, pese a tomarme un tiempo para elegir lo que iba a decir, no encontré la forma adecuada para hacerlo. ―Ella me ayudó a encontrar a Hannah, mi hermana. 

―Ella es la chica que mirabas en Instagram ¿Cierto? ―Sentí pánico por un momento, no quería que el agente González se enterase que estaba en otras cosas mientras hacíamos nuestro trabajo. ―¿Estás enamorado de ella, verdad? ―Ambos federales me miraron con interés.

―Sí ―abrí los ojos sorprendido por mi propuesta respuesta, me salió del corazón, era lo más sincero que había dicho en mucho tiempo― quería estar con ella después de encontrar a mi hermana, pero después de que el FBI me atrapara decidí que lo mejor sería cortar los lazos con ella… ―Suspiré con fuerza, reprimiendo la tristeza―. Era injusto pedirle que me esperara por cinco años…

Tintitititintitaa 

Tintitititintitaa

Tras mi comentario solo se escuchaba el sonido que hacía el agente James moviendo la cucharilla del café. Genial, ya había encontrado otro sonido con el que molestarnos a todos como de costumbre. Como nadie me decía nada me senté en mi silla y apoyando mis codos en la mesa puse las manos sobre mi cara. Simplemente quería desaparecer y proteger a Erica, pero eso no la salvaría, ya que había un asesino en serie que se había empeñado en dar con ella. 

Tintitititintitaa

―Eres idiota, Jake ―dijo el agente James terminando su café y, sin siquiera esperar una respuesta por mi parte, se fue a la cocina a dejar el vaso, no sin antes hacer más ruiditos con la cucharilla. 

Por su parte, el agente González estaba de pie al lado de la mesa repasando las nuevas pistas. No parecía estar interesado en mi relación con Erica, creo que pensaba que nuestra conexión era mera coincidencia y que no estaba relacionada con el caso. 

―Aunque estés cumpliendo condena no eres un prisionero Jake ―habló el agente González al ver que me había quedado mirándolo―, puede que al principio tu tiempo libre esté más restringido y controlado, pero no te íbamos a mantener alejado de tus seres queridos por cinco años… ―Y sin querer hablar más sobre el tema, se volvió a concentrar en los papeles que tenía delante. 

Duskwood: Rainbow case.Kde žijí příběhy. Začni objevovat