Capítulo 25: Contraste

153 21 9
                                    

—No, lo otro…

Cuando Jake dijo eso me di cuenta de lo que acababa de admitir. Sentí como el nerviosismo se apoderaba de mí, acompañado de un intenso calor. Aparté la cara en un intento de ocultar mis mejillas enrojecidas. 

Jake, al notarlo, me acarició la cara con el dorso de la mano para llamar mi atención. Su tacto era frío o quizás era yo la que estaba demasiado caliente, pero me gustaba ese contraste.

Me atreví a mirarle de nuevo y sentí cómo mis ojos se estaban humedeciendo. Jake volvió a acariciarme, pero esta vez con su palma, que subió lentamente desde la barbilla y recorrió mi cara hasta que su pulgar llegó a mis lágrimas y las limpió. No quería que me viera más así… Creo que desde que lo conozco no he hecho nada más que llorar frente a él…

Busqué sus ojos para responderle: 

—Te quiero, Jake —noté como sus ojos se iluminaban y sus labios se curvaron en una fugaz sonrisa. 

—Repítelo —más que una petición fue como si me lo estuviera exigiendo. En este momento la sonrisa le había desaparecido y sus ojos estaban fijos en los míos, parecía que quisiera grabar todo en sus retinas. 

—Te amo, Jake… —A la mierda mi orgullo, si me iba a caer sería con todo—. Desde que te conocí siempre has sido tú… 

Pero no dijo nada. 

Me empezó a invadir una ligera sensación de pánico hasta que noté cómo llevó la mano que tenía en mi rostro hasta mi nuca. Entonces, sin dejar de mirarme a los ojos, me acercó a él. Nuestras bocas estaban a escasos centímetros de distancia… Estábamos tan cerca que sentía su aliento sobre mí… 

<<Vamos, hazlo ya>>, decía una y otra vez para mí. Miré sus labios entreabiertos. 

Estaba tan impaciente que lo agarré de la chaqueta con fuerza, quería tirar de él y acercarlo a mí. No podía esperar más… Al darse cuenta de mis ganas, Jake hizo una media sonrisa y se acercó. 

Entonces lo hizo. Nuestros labios se tocaron por fin, creía que podía morir ahí mismo, pero Jake no tardó en demostrarme que acababa de empezar. Así pues, sujetó mi labio superior con los suyos, para después clavar un ligero mordisco. 

Enloquecí. 

Cerré los ojos para calmarme, creía que me iba a desmayar. No exagero, mientras buscábamos a Hannah imaginé muchas veces cómo sería conocerlo y cómo sería estar así con él… y ¡jo-der! Su beso estaba superando todas mis expectativas…  

Llevó su mano libre hasta dentro mi sudadera y la colocó en mi cintura, gemí un poco por el cambio de temperatura, Jake tenía las manos bastante frías, pero en este momento me provocaba placer y no molestia. A él pareció gustarle mi reacción e interrumpió el beso para sonreír.

Se quedó mirándome fijamente. No sé qué tipo de expresión puse, pero seguramente de súplica, no quería que parara. 

Afortunadamente Jake no se hizo mucho de rogar y tiró de mi pelo suavemente, para que levantara la cabeza y así exponer mi cuello. Estaba roja, lo sentía en mi cara, lo notaba en mi cuerpo, estaba empezando a sentir bastante calor… Éste se intensificó cuando Jake se lanzó a mi cuello donde estaba dejando un rastro de besos húmedos para acabar con un bocado, que me provocó un ligero dolor a lo que reaccioné mordiéndome el labio para contener un gemido. 

Toc-toc 

Alguien llamó a la puerta y yo me tensé un poco, pero realmente fue porque la mano de Jake había llegado a mi sujetador y estaba pasando el dedo por debajo del cierre. 

Duskwood: Rainbow case.Onde histórias criam vida. Descubra agora