Capítulo 31: Culpable

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—¿Te ha gustado la sorpresa? —una risa siniestra se escuchó a través del teléfono—. Hice que fueras la protagonista de la velada. 

Levanté la cabeza con la esperanza de encontrarle. Nada. En el piso superior, abierto para que se viera el hall, no había nada sospechoso. Únicamente algunas personas que miraban las pantallas tan perplejas como las que estaban abajo.

 »No me busques con la mirada, Alexa. —La voz distorsionada que salía del teléfono martilleaba mi cerebro. 

Temblé. Tenía miedo. 

***

72h antes 

—Jake, dime que tenéis sobre el ataque. —El agente González tomó la iniciativa de la reunión. 

Jake se aclaró la garganta antes de intervenir. 

—Hemos hecho un hackeo a la inversa usando-

Cof cof cof 

James simuló una tos, con la intención de cortar la intervención del pelinegro. 

Jake estaba tan cansado que pasó por alto la impertinencia de James. Ni siquiera le dedicó una de sus miradas fulminantes. Sus ojeras eran tremendas y resaltan aún más el enrojecimiento de sus ojos.

»En resumen, de la base de datos de la policía solo ha accedido a perfiles psicológicos e informes de tres miembros de la policía.

—¿De quiénes? —preguntó Bloomgate arqueando una ceja. 

—Luke Adams, usted y… —Sus labios temblaron—. Erica —Jake evitó mirarme directamente a los ojos.

Creo que empieza a tener miedo. Antes se mostraba más seguro, tal vez porque no sentía, o más bien, no tenía ninguna evidencia clara de que Rainbow estaba cerca de mí. Ahora, a raíz de los últimos hechos: ha estado en Duskwood —o tiene un informante que es cercano a mi círculo—, que ha leído mi expediente y me ha invitado a la galería, Rainbow ha demostrado que puede cumplir su amenaza en cualquier momento. 

Sí, está cerca de mí y sus intenciones son claras: matarme. 

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, como una descarga eléctrica, desde mi nuca hasta la punta de mis pies.

—Entiendo que le interese el expediente de Erica. —Los ojos de Adams recorrieron las caras de los que estábamos allí. Estaba nervioso y tenía miedo. Lo que no deja de ser normal—. ¿Pero por qué el nuestro?

—A ese psicópata le gusta tener controlado el entorno de Erica, yo no me preocuparía. —Es curioso que James, siendo uno, llame psicópata a Rainbow. Aunque claro, él sería incapaz de hacerme daño y sus bromas, a pesar de ser inoportunas, ayudan a relajar el ambiente—. No hay ningún indicio que estéis en el punto de mira de Rainbow. 

Adams suspiró aliviado. Me sentía culpable. Todo mi entorno estaba asustado por Rainbow, cualquier persona cercana a mí podría ser torturada, asesinada y desmembrada por él. 

¿Por qué no me lleva con él de una vez? Sería lo mejor para todos. 

—¿Qué hay del mensajero? —preguntó el agente González.

Estaba con los codos apoyados en la mesa y sujetaba mi cabeza con las manos, me costaba mucho estar concentrada. Las personas importantes para mí pasaban una a una por mi mente, siendo atemorizados por un asesino sin rostro. La risa macabra que escuché en mi sueño se repetía una y otra vez en mi cabeza. 

—Nada —dijo James disgustado. 

El ánimo de los demás se volvió como el mío. O quizás fui yo la que se lo pegó a ellos… 

Duskwood: Rainbow case.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ