Capítulo diecinueve

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Me tiré a la piscina. Extrañaba esto, extrañaba nadar. Me detuve un poco y miré mis heridas, todavía no estaban del todo curadas, no le di importancia ya que nadie las veia.

Pasaron unos 15 minutos cuando sentí que alguien se lanzaba a la piscina.

Voltee para ver a Thomas dentro de la piscina nadando hacia mi, rapidamente me tape la herida que estaba entre mi hombro y mi pecho, ya que esa era la única que estaba a la vista, las demas se ocultaban debajo del agua. Me quedé petrificada en mi lugar, no sabía que hacer salvo cubrir mi herida, cuando Thomas llegó a mi lado, yo estaba como en shock, él puso sus manos sobre mis muñecas, que estaban muy cerca de mi pecho por la herida que cubría, y con delicadeza las apartó.

-No te avergüences. Eres hermosa y esto no cambia nada-me dio un beso en la mejilla.

-Pe-pensé que... e-estabas durmiendo-tartamudee.

-Si, pero me desperte, te vi aqui y, bueno te quise hacer compañía-dijo, yo nege con la cabeza.

-N-no, yo... yo voy a... voy a mi habitación-traté de salir de ahi, cuando él me agarró por la espalda poniendo sus manos en mi cintura, atrayendome más a él y abrazandome.

-Te dije que no tienes porqué tener vergüenza por eso, menos conmigo. No les prestes atención a tus heridas, haz de cuenta que no existen. Nademos juntos-pidio.

-E-esta bien-me soltó y se puso de espaldas a mi.

-Sube a mi espalda-tímidamente me subí y él comenzó a nadar, hundiendo todo su cuerpo conmigo encima, sin meterme por completo a mi.

Pasamos nadando un buen rato, jugabamos, haciamos guerra de agua. Por un momento tenía mis heridas a la vista de alguien y no me importaba.

-Creo que tenemos que salir ya -dije mientras me sumergía bajo el agua y nadaba hasta las escaleras para salir. Thomas llegó a mi lado para poder salir también.

Al salir, la vergüenza volvió de golpe a mi, todas mis heridas estaban expuestas, no solo una, todas. Me tape con las mano como pude, vi la remera de Thomas, camino hasta ella pero al tomarla en manos, rápidamente vuelvo a tirarla, no quiero mojarla. Una mano desde atras me sorprende tomando la remera.

-Pontela, no pasa nada-y me colocó él mismo su remera-Pero recuerda que te dije que no deberías tener vergüenza-me dio un beso en la mejilla-¿Vamos a comer algo?

-E-esta bien-Thomas me tomó de la mano y caminamos dentro de la casa.

-¿Qué quieres comer?-preguntó Thomas, solo en shorts, totalmente mojado, las gotas de agua caían de su cabello, se veia jodidamente sexi ¿QUÉ CARAJO ESTOY DICIENDO?

-No lo sé, cualquier bocadillo, lo que tengas ganas de comer o hacer.

-Esta bien ¿te apetecen unos sándwiches de jamón y queso?-preguntó revisando en el refrigerador.

-Esta bien-me senté con las piernas cruzadas, como indio, en el piso de la cocina, viendolo trabajar.
En ese momento me percatede algo: la remara de Thomas tenía su perfume. Acerqué el cuello de la remera a mi nariz y sentí su suave aroma, me encantaba.

-¿Qué pasa?-preguntó Thomas, levante la vista y me estaba mirando con una gran sonrisa.

-Nada... Es que... me gusta tu perfume.

-¿Te gusta mi perfume?-asenti-Gracias-se acercó a mi, se inclinó frente mio y revolvió mi cabello con una gran sonrisa-Eres la primer chica, la primer chica importante para mi, que me dice que le gusta mi perfume.

-¿Y a Isabella?-pregunte arrepintiendome al instante.

-A ella no le gusta, quiere que deje de usarlo-dijo negando con la cabeza-Hasta me compró uno horrible que quiere que use, obviamente no lo uso-me dedico una gran sonrisa y tomó mi mano parándose y estirandome ligeramente hacia arriba-Vamos a comer.

-Está bien-se levanté con ayuda de él-¿Puedo decirte algo sin que te enojes?-pregunte mientras tomaba mi sándwich.

-Dime lo que quieras-dijo mientras caminabamos a la sala de estar.

-Isabella es una idiota-solte como si nada mientras nos sentabamos en el piso, frente a frente-y es muy posesiva. Ademas de su mal genio, y...-me interrumpió.

-Talmente caprichosa-me quede sorprendida, no podía creer que él hablé asi de Isabella, después de todo era su novia.

-Si... ¿y por qué sales con ella?

-No lo sé, la quiero, pero siempre fue así y nunca cambió, me di cuenta como era realmente cuando llegaste tú aqui...

No olviden que los amodoro

*Belu

Dylan O'brien es mi hermano (Thomas Sangster y tú) -corrigiendo ortografía- TERMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora