Dylan O'brien es mi hermano (Thomas Sangster y tú) -corrigiendo ortografía- TERM

Capítulo once

Estaba en el auto con mi mamá, ella manejaba, era ese día, el día del accidente.
Comenzamos a discutir, ella trató de calmarme y me dio un beso, en ese momento chocamos, y todo se volvio negro.
Segundo después, el rostro de mi madre apareció frente a mi, ensangrentado, y me miraba con odio "Es por tu culpa" "Si no hubieras existido no estaría muerta" "Es tu culpa" "Mori por tu culpa" "Jamás te quise" "Si nunca te hubiera tenido" "Arruinaste mi vida"

-______, hey... despierta-alguien me sarandeaba-hey... despierta...-abro los ojos de golpe y me siento sobresaltada, veo a mi hermano a mi lado y me lanzó encima de él abrazandolo.

-Dyl...-digo con la voz quebrada y comenzando a llorar en su pecho.

-Tranquila, solo fue una pesadilla... tranquila, todo esta bien, no te pasara nada-dice abrazandome fuerte-solo fue una pesadilla-su voz era suave y baja.

-Dyl, soñé con ese día... yo tengo la culpa... ella me lo dijo.

-¿Qué...? ¿Quién te dijo qué?-preguntó confundido.

-Mamá, ella me dijo que es mi culpa, que murió por mi culpa... y es verdad.

-No... no es verdad, solo soñaste eso porque es lo que piensas, no es tu culpa... y ella jamás te echaría la culpa, te amaba, igual que yo-me abraza mucho más fuerte, su voz esta un poco quebrada-Trata de dormir, son las dos de la madrugada aún-dice lo más dulce que puede.

-¿Te quedas a dormir conmigo?

-Claro que si-se acomoda en la cama, recostandome en su pecho, yo lloro en su pecho-Tranquila-acaricia mi cabello-solo fue un sueño-rodeó su abdomen con mis brazos para abrazarlo.

-Te amo Dyl-mi voz suena quebrada por el llanto.

-Y yo a ti, princesa-me abraza fuerte. Tener a mi hermano a mi lado es lo mejor para poder superar todo lo que pasó.

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-Pss... pss... despierta-escuchaba una voz mientras me sarandeaban-vamos princesa, despierta-me sente en la cama-Aunque quisiera pasar todo el día durmiendo contigo, debo ir a trabajar y tú al colegio. Vamos, cambiate, te haré el desayuno, ¿Qué quieres?-pregunta mirandome fijo a los ojos sonriendo.

-Mm... lo que tú comas, Dyl-le sonrío, él asiente y se va.
Me levanto de la cama y voy al baño de mi habitación, arreglo mi cabello, y me veo detenidamente al espejo, mis ojos estan celestes.
Mis ojos, la mayoría del tiempo son marrones, pero cambian de color, pueden cambiar a celestes, azules fuertes o un poco más claros, o pueden ser verdes, o simplemente marrones.
Es raro que mis ojos cambien de color, a nadie más de mi familia le ocurre, sólo a mi. Ahora entiendo porque Dylan me miraba tan fijo.

Al terminar de ponerme mi uniforme, bajé al comedor, saludé a mi padre y a Thomas.

-Wow, tus ojos-exclama Thomas.

-Si, sus ojos cambian de color, ¿no es fantástico?-mi padre responde antes que yo.

-No sabía que cambiaban de color.

-Normalmente son marrones, pero pueden cambiar a celeste, o azul tanto oscuro cómo mas claro, o a verde-explico.

-Eso es... increible-Thomas no apartar la vista de mis ojos.

-Si, tiene unos ojos que te hacen perderte en ellos-dice mi hermano dejando el plato de desayuno enfrente mio y dandome un beso en la mejilla, se sienta a mi lado con su plato de comida, había hecho wafles con miel para los dos.

-Ok, me voy a trabajar-mi padre se levantó de su lugar, dejó su plato en el lavavajillas, y sé acercó a mi dándome un beso en la mejilla mientras me despeinaba un poco-Adiós, cielo, diviértete. Adiós, chicos, la cuidan bien-se va mientras los chicos se despiden con la boca llenas. 5 minutos después, los platos de Dylan y Thomas estaban vacíos, es increible como comen.

-Yo también me voy o llegaré tarde, adiós Thomas, la cuidas bien eh, te mandaré un mensaje de a que hora volvere... Adiós princesa-me da un beso en la mejilla.

-Adios Dyl-lo saludo aun sentada abrazandolo como puedo, él me da otro beso en la cabeza y se va.

-No puedo más-le digo a Thomas unos minutos después, cuando ya estaba completamente llena, él toma el plato.

-Bueno, yo lo acabare-sonríe, dos minutos después mi plato estaba vacío-ve a buscar tu mochila así nos vamos, o llegaremos tarde-asiento y subo a buscar mi mochila.
Al bajar, él estaba esperando con las llaves en la mano y el celular en la otra mano mirandolo fijo.

-Bien, ya estoy-aviso, él asiente y salimos de la casa, cuando subo al auto, en el asiento del copiloto, él aún está perdido en su celular, le saco su celular, lo bloqueo y lo guardo en mi bolsillo.

-Ey-se queja divertido-Damelo-dice más serio.

-No... no quiero otro accidente-le digo más sería que él, solo me mira, asiente y comienza a conducir.

Al llegar al colegio, bajamos y él me abraza, ya teníamos confianza y una buena amistad, al separarnos le devuelvo su celular, él lo toma y lo guarda en el bolsillo sin revisarlo.

-¿Te sabes el camino?-me pregunta, asiento-Recuerda que pasaré a buscarte, cualquier cosa me mandas un mensaje-me da un beso en la mejilla-Adiós.

-Adiós-le doy un abrazo corto, él se sube a su auto y se va.

Al entrar al salón, me senté al lado de Quique.
Las clases pasaron rapidas y divertidas para nosotros dos, mientras bromeabamos y resolviamos los ejercicios a la vez, todo transcurría tranquilo, excepto por la mirada de odio de Britanie y el chico de cabello azul.

-¿Me explicas lo de tus ojos?-me pregunta Quique sin separar su vista de su hoja y sin dejar de escribir.

-Cambian de color, pueden cambiar a azul, celestes, como ahora, verdes, o simplemente marrones como lo tengo la mayoria del tiempo-explicó sin dejar de prestar atención al ejercían que hacíamos.

-Es increible-me dice-regalame tus ojos, me encantan-dice y yo rio.

Esta era la última clase del día, al tocar el timbre salimos dirigiendonos a la salida, nos habiamos hecho buenos amigos entre ayer y hoy.

Hablabamos traquilos, caminando a la salida hasta que alguien me arrojó contra la pared y me tomó del cuello impiendome respirar con normalidad. Quique intentaba ayudarme pero otro chico lo tenía sujeto para que no hiciera nada.

-Eres una maldita-dijo...

*Belu