── ¿y crees poder encontrarlos alguna vez? ── preguntó, insitando el habla a quien estaba a la par suya, buscando su reacción.
── no creo en ello, solo... Tengo que hacerlo ── respondió, antes de que continuarán con su camino, siendo incierto su de...
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── ¿y bien?, dame tres razones para no darte una paliza, Ao'nung ── exclamó en espera y con un tic nervioso latente. Que el de ojos azules le empujase la puerta en la cara de forma tan brusca le dejó hirviendo ── tres segundos, y van dos ── pronunció, quitando aquella mano de su camino con un manotazo, mientras el otro retrocedía con cara de nervios.
── mira-, lo siento. Fue sin querer, lo juro ── alegó con rapidez, sin darle ni una sola razón para que no le pateará el trasero allí mismo ── Teyam, estas herido todavía, no hagas movimientos bruscos, ¿si?, fue sin querer, de verdad ── pronunciaba en su retroceder, mientras que él le avanzaba de frente, pisando fuerte delante suya.
Neteyam se obligó a sí mismo a apretar sus manos en puños, deteniendo su paso y su latente enojó repentino para respirar hondo. No quería golpear a Ao'nung, de verdad que no. ¡pero es que el muy idiota!
Todo por algo que le estaba escondiendo
Que en definitiva, seguro tenía que ver con él
── reza porque tu hermana no me diga lo que ocultas ── le advirtió, señalandole antes de girarse hacia la puerta para salir. Definitivamente le iba a preguntar a Tsireya, seguro ella le diría sea lo que fuese que se le estuviese ocultando (ya que parecía una persona bastante sincera, y le conocía). Y ¡oh quiera Dios!, que lo que fuese aquello no fuera grave. Porque si no, asesinaría al de ojos azules.
"¡espera espera!" Le escuchó por detrás suya una vez más con su desesperó extraño y artante, antes de que pudiese sentir como le agarraba de la mano por sobre el agarre para abrir la puerta, obligandole a cerrarla devuelta una vez más.
Lo iba a matar
── tranquilo, Teyam. No tienes que ir con Reya, yo te diré ── soltó este con rapidez en un intentó de calmarle. Neteyam no se giro en ningún momento para verle, presionando con fuerza el agarre de la puerta ── no te enojes por favor, y escuchame ── le pidió, aflojando el como le sostenía de la mano muy lentamente, seguro buscando prevenir que lo atacará ── es un asunto un tanto vergonzoso... y creeme que sería mejor si no sabes ── murmuró por detrás suya, alejándose un poco, tan solo un poquito, antes de que se girará y le atacará.
No tardó casi nada en tirar del brazo ajeno para desvalancear al de ojos azules, pegándole una patada poco después por detrás de los pies, haciéndolo caer al suelo.
Pudo escucharlo quejándose ante la caída mientras que le soltaba el brazo, con planes de marcharse y dejarlo tirado allí, lloriqueando u lo que sea. Pero claro, Ao'nung no podía quedarse quieto y sin formas de molestarlo.
