── ¿y crees poder encontrarlos alguna vez? ── preguntó, insitando el habla a quien estaba a la par suya, buscando su reacción.
── no creo en ello, solo... Tengo que hacerlo ── respondió, antes de que continuarán con su camino, siendo incierto su de...
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Neteyam abrió los ojos aturdido y procesando con dificultad su alrededor, encontrándose completamente desubicado.
Sentía como algo le caía encima, obligandole a despertar y reaccionar, encontrando sus manos atadas a su espalda y la sensación pegajosa y asquerosa de lo que parecía ser gasolina encima suya, oliendo fatal.
¿Qué demonios...?
Cierto, Ao'nung y él habían acabado de tener un choque en auto... claro, por supuesto.
Y ese tipo en el camino
── jefe, ¿no es un desperdicio de gasolina para nosotros el usarla así? ── opinó alguien no muy lejos, haciéndole mirar a su alrededor, sin levantar la cabeza y notando otras manos contra las suyas. Ao'nung debía de estar tras él ── ¿no sería mejor solo matarlos? ── continuó hablando el tipo, un saqueador...
Así que se les había atravesado un grupito de asaltadores
── podrían volver como una de esas cosas, es mejor quemarlos. Además, nos sobra muchísimo combustible ── señaló quien parecía ser el líder, antes de ir a acercarse en su dirección, agachandose y segundo pensando que seguía todavía inconsciente... así que no dudo en cerrar los ojos, quieto ── será triste quemar a este con el otro ── pronunció, antes de que pudiera sentir como le movía el rostro a voluntad, palmeandole la mejilla. Lo estaba enfureciendo ── tal vez ya se murió. Que pena ── terminó de decir, antes de ponerse completamente de pie seguro, por como escuchaba sus pasos al retroceder ── ¿encontraron algo útil además del arma? ── le escuchó preguntar, alejándose.
No tardó mucho para volver a abrir los ojos y empezar a moverse su manos contra su bolsillo de cinturón, teniendo su navaja escondida en el mismo, tomándola con agilidad.
── ¿Net? ── susurró el de ojos azules detrás suya, mientras que empezaba a intentar cortar las cuerdas.
── silencio ── sentenció con completamente frialdad y concentración, arreglandoselas para cortar las cuerdas que tenía en los brazos.
── ¿que murmuran ustedes ahí? ── escuchó mencionar a uno, antes de que pudiera notar que tenía su rifle. ¿Como se atrevían a ponerles las manos a SU arma? ── ¡jefe! ── señaló una vez dio unos cuantos pasos en su dirección, quedando cerca y notando que se soltaba.
Neteyam no tardó mucho en soltarse, tirando de las cuerdas con rapidez para luego tomar bien su navaja entre sus manos, poniéndose de pie y recibiendo que aquel idiota se atreviera a apuntarle con un arma que no era suya. Esa, tenía dueño y señor.
