── ¿y crees poder encontrarlos alguna vez? ── preguntó, insitando el habla a quien estaba a la par suya, buscando su reacción.
── no creo en ello, solo... Tengo que hacerlo ── respondió, antes de que continuarán con su camino, siendo incierto su de...
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Ao'nung camino con bastante inquietud al rededor de la sala de estar de su casa, siendo ya las 10 de la noche y sin tener pensado muy bien el que debía de hacer.
Afuera se escuchaba desde hace horas el sonido de rugidos de personas infectadas, sin haber ya disparos en lo absoluto... y recayendo algún pequeño golpe contra su puerta de vez en cuando, haciéndole saber que frente a esta alguna de esas personas extrañas (a las cuales se negaba a llamar zombies) estaba allí, golpeteandose contra la entrada sin razón aparente.
Su padre por supuesto que no había dado señales de vida en ningún momento, siendo que de por si, no regresaba a casa, o llamaba, nada. Eso lo tenia jodidamente preocupado.
La electricidad escaseaba por ratos, el agua goteaba en su cocina desde el grifo, y la TV soltaba ruidos de estática desde hace más de tres o cuatro horas, anunciando que no habría forma de recuperar la señal. Además... no podía comunicarse por teléfono con nadie, siendo que la red de Internet estaba totalmente muerta.
── ¿Qué debería hacer? ── se cuestionó con preocupación, deteniendo su andar ansioso para pensar en algo que pudiese hacer, sin saber si debía salir de su hogar o no.
Se espantó bastante cuando de repente se empezaron a escuchar alarmas de forma alta y fuerte por todo el lugar, anunciando algo sobre toda la ciudad que le dejó pálido.
Esas alarmas, según sabía, sólo significaban que caerían bombas en la ciudad. Alertando toda la zona para evacuación... y eso era algo que sabía gracias a su padre, siendo que este era alguien de la marina retirado, que siempre le comentaba cosas que hasta el momento no le habían importado en lo absoluto.
Tardó unos cuantos minutos en empezar a anunciarse con altavoces, efectivamente, que iban a caer bombas sobre toda la zona que se marcó en cuarentena, incluyendo eso su calle... su vecindario...
Tenía que salir de ahí
Se dispusó a movilizarse de inmediato, yendo a agarrar su mochila y un abrigo que se colocó con rapidez, mientras que rebuscaba por la casa cosas que podría necesitar.
Agarró comida, una botella de agua y las llaves de la camioneta de su papá, encontrandolas colgando en la cocina por suerte, antes de disponerse a salir de su hogar, listo para ir hasta la cochera que estaba al lado... y teniendo primero un reto por pasar.
La entrada de su casa
Respiro hondo viendo la puerta y luego exhalo con lentitud, pensando en alguna medida de seguridad antes de abrir aquella puerta que, por primera vez en toda su vida, le temía.
