↳ Su Lugar [🌾]

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Ao'nung admiraba en silencio y apartado el reencuentro de neteyam con sus hermanos, notandole llorar cual niño pequeño por lo que sería

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Ao'nung admiraba en silencio y apartado el reencuentro de neteyam con sus hermanos, notandole llorar cual niño pequeño por lo que sería... primera vez.

No sabía que el morenito podía llegar a un punto tan sensible... realmente si era la primera vez que lo veía desmoronarse, frente a otros.

Retrocedió un poco según lo veía sollozar y abrazarse a la chica con la que discutía antes, teniendo a Reya detrás suya, tomándole del hombro en muestra de apoyo... y recordándole que estaba ahí.

── Ya está con quienes ama ── murmuró hacia su hermanita, antes de soltar un intentó de sonrisa, mirándole de reojo a esta.

Tsireya en ese entonces le miró con preocupación, apretandole el hombro ligeramente, analizándole y a su pesar.

Se habían ido de la base en Tennessee con toda la intención de sacar a Neteyam de ese infierno, y partir en busca de la familia del mismo. Pero... ahora que ya los habían encontrado...

¿Qué procedía?...

─ volvamos a la camioneta ── murmuró por lo bajo hacia su hermanita, palmeandole la mano en señal de que estaría bien.

Debía de estarlo

Empezó a avanzar mientras se giraba, dándole una última mirada al morenito que, para ese entonces, soltaba a Kiri Sully y se sobaba los ojos, recuperándose de su llanto.

Se tomó un segundo para retomar aire entre sus pulmones y desviar la mirada, continuando con su camino.

Tenía que encontrar a su padre, y probablemente debería volver a Tennessee con la intención de encontrar a su madre en todo lo que haya dejado su desastre, para dialogar con ella, si es que seguía con vida...

Tsireya no tardó mucho en seguirle el paso, mientras que algunos de aquellos tipos les dejaban pasar, dándoles la libertad de irse.

Tan diferente a la fortaleza

Caminaron lo suficiente como para atravesar la entrada principal del centro comercial, dirigiéndose hacia los estacionamientos donde dejaron el vehículo en el que venían... mientras que, mantenía la mirada en el suelo.

¿Porque...?

¿Porque, cada paso que daba para dejar atrás al de ojos ambar, dolía tanto?

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