16 십육

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   Como ya me lo esperaba, terminé pasando todos mis celos junto a Jimin. De alguna forma seguíamos siendo amigos, lo que pasaba en esas fechas se quedaba entre las paredes de mi habitación y no comentábamos mucho al respecto después de eso.

  La universidad y el trabajo nos obligó a ambos a distanciarnos poco a poco hasta llegar a no vernos fuera de los encuentros carnales que pactábamos.

  Mi acción más razonable ante toda esta situación fue comenzar a creer que nuestra amistad pendía de las etapas de celo. Así que en busca de no incomodar a mi protegido omega me aleje lentamente, hasta casi fingir indiferencia, lo que realmente no parecía molestarle.

- Jimin ¿Te quedaste dormido?- aún lo sostenía entre mis brazos, su cuerpo desnudo y lleno de mis marcas moradas.

Los suspiros tipicos del sueño comenzaron a desprenderse de su boca. Me decaí emocionalmente a partir de eso. Solo lo acomodé entre las sábanas y tomé mis pertenencias.

- Si no quieres verme más, yo solo me iré...

Esa fue de las frases más idiotas que pronuncie en toda mi vida. Estaba triste y decepcionado por como habían terminado las cosas, No pensé en cuál era la mejor manera de afrontar todo esto, tiendo a ser extremista y dar las cosas por terminadas o arruinadas antes de que pase, más si esperar la derrota es doloroso.

  Días después me lo encontré de casualidad bebiendo en un bar con un grupo de amigos, se que me vió cuando pasé para ir al baño, pero decidí no saludarlo para no molestar, sentía que también debía actuar con indiferencia ante él. Parecía muy alegre (y borracho) entre su grupo, no le hacía falta nada, había omegas con los que compartía anécdotas que ni yo sabia y alfas a los que trataba de Hyung cuando cuidaban de él.

  Yo ya no era algo necesario en su vida, pero... estaba bien, supongo. No lo podía atar a mi, por más que haya querido mantenerlo a mi lado, no hubiera sido feliz conmigo.

  Ahogado en mis pensamientos y el humo del bar, salí a fumar un cigarro al callejón que bordeaba el local. Uno de los extremos del callejón daba a la calle y el otro a un hermoso parque que solía estar lleno de niños y alegria, pero el horario ya no era apto para todo eso.

  La vista me llevó a sumirme aún más en los recuerdos de mi infancia, la mayoría compartidos con Jimin, cuando todo era más fácil y ninguno se había presentado. Solo éramos niños jugando y dejando que el tiempo los uniera día a día.

- ¿Por qué me ignoras?- una voz que rozaba el llanto me habló por detrás.

Holi mis niños, ya hemos llegado a más de la mitad de la historia, muchas gracias por acompañarme en este fic, si quieren apoyarlo para que llegue a más gente, voten y agréguenlo a sus listas de lectura. Gracias 💐

Luego de la pubertad  /Minimoni omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora