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- Por fin, el ultimo año de la secundaria- celebró Yoongi desde su banco.

- Ya estamos en la mitad del año ¿recién te das cuenta?- cuestionó Hoseok.

La profesora de Historia había faltado y estábamos pasando el rato en hora libre.

- Nam ¿Sabes dónde está Jimin?- Ese día Jimin no había asistido a clases, nisiquiera se conectó a Kakaotalk para avisarnos que no iría.

- No. hablé con él ayer en la noche. Se oía algo cansado- los tres nos miramos en silencio, esperando a que alguno dijera la respuesta obvia.

Los omegas a diferencia de los alfas, no tenían su primer celo hasta los dieciocho años, edad que Jimin acababa de cumplir.

Los alfas tienen el primero a dos o tres meses de presentarse. Son menos seguidos que los de los omegas y duran un solo día. Yo solía pasar los míos encerrado bajo llave (mi madre se quedaba con la llave) en mi cuarto con dos cajas de supresores y mucha agua. La verdad es que no eran buenos ratos para los que los pasábamos solos y con algún omega en mente durante todo el día.

- Quizás él está...- comenzó Yoongi- ya saben de que hablo- teníamos bastantes personas cerca, así que había que mantener discreción- deberíamos ir a verlo en la tarde.

- No creo que mi presencia le agrade- comentó Hobi refiriéndose a su raza- Y tu no sabes nada de celos- dirigió al beta- ve tu Nam. Él te tiene confianza y no creo que se asuste.

- Yo tampoco se tanto del celo omega- Confiaba en mi autocontrol, pero tampoco sería de mucha ayuda allí.

- A él le gusta olfatearte. Deberías ir solo a hacerle compañía... ¡No sexual! Claro- Hobi y Yoongi no sabían de lo mucho que me atraía Jimin.

- Iré a ver cómo está todo, tampoco creo que sus padres me dejen pasar.


- Claro, está arriba. Llévale esto- bueno, si me dejaron pasar, y hasta me entregaron unos supresores y agua para su hijo. Él que me miraba un poco mal era su padre, un alfa bastante protector.

Controlar a Jimin fue fácil, supongo que mi lobo dominante fue él que se encargó. Lo marqué con mi olor hasta que me dejó darle los supresores y terminó por caer dormido. La peor parte fue cuando pensé que era buena idea "irme" para que pueda pasar el celo en paz.

- ¡Alfa!

El grito de Jimin hizo que todos volteáramos hacia la sima de las escaleras. Yo ya tenía el abrigo puesto y estaba a punto de saludar a sus padre para retirarme de allí.

- ¿Porque me dwejwas? - en la última palabra rompió en un llanto berrinchudo digno de un niño.

  Sus padres, desde el sillón, trataban de aguantarse la risa que les daba mi cara de susto. Yo, un alfa bastante robusto atemorizado de un omega que se lo podría llevar tranquilamente el viento si se quería.

- ¡Dwebo ha- hacer un nido!- las palabras se trababan en su garganta por sus desconsoladas lágrimas.

- Pero no traje ropa- nunca se me cruzó por la cabeza que debía llevarle alguna prenda con mi olor para su nido. Mi hermanita usaba las remeras de mi madre hasta lo que yo sabía.

- La que tienes puesta..- mágicamente pudo hablar con claridad mientras me clavaba la mirada en el cuello.

- Jimin, si quieres puedo ir rápido por algo a mi casa.

- Twe quiweres ir~- rompió en llanto nuevamente, pero ahora con más fuerzas.

Miré a los señores Park en búsqueda de su permiso para solucionar la situación. Ambos subieron los hombros desligándose de las peticiones de su hijo. Por mi mente pasó lo que me había dicho el doctor aquella vez.

- Ya voy, cálmate- "Si" canturreo antes de correr de vuelta a su cuarto.

Esta vez cerré la puerta de la habitación con seguro, por el bien de mis casi tíos.

Jimin me esperaba apoyado sobre sus pantorrillas en el medio de la cama, el cuarto de Jimin era pequeño pero acojeador, las luces led color violeta eran lo que terminaba de cerrar el ambiente . Me senté en una de las esquinas y de espaldas a él le empecé a dar prendas.

Primero el sobretodo, luego una campera, un suéter, la bufanda y guantes.

- Alfa, tu remera debe tener más olor- el mundo me quería matar de la vergüenza.

- Aqui está- en ves de sentir que me arrebataba la prenda de la mano, dos brazos me rodearon el torso desde atrás.

A pesar de estar junto a él en el nido, su desesperación por conseguir un nudo lo volvía loco.

- Por favor, me duele mucho- volteé y sequé sus lágrimas.

- No te puedo anudar. Tu no quieres eso- Si un toquesito en su nariz y sonreí.

- Por favor- La posición de su cuerpo me comprometía demasiado.

  Con sus piernas y brazos me rodeaba aunque estuviéramos acostados. Una de sus manos trataba de acercar la mía a sus muslos.

- Espero que no me odies en el futuro- Cedí a el tirón de su mano y seguí hasta meter mis dedos en su entrada, con ayuda del lubricante natural que soltaba por si misma.

  Apenas soltó el primer gemido tapé su boca con mi mano libre. Note que me miraba pidiendo algo, subí mis yemas dentro de él y toque el famoso "punto" , cuando lo comencé a estimular Jimin me mordió la mano con fuerza. Esa imagen quedará en mi mente por el resto de mi vida.

En el mayor clímax acabó en su pecho, manchando su camisa por dentro. Fui por algo para limpiarlo y al volver lo encontré dormido, me quede a su lado sobre el nido, disfrutando de los alegres jadeos que soltaba al dormir hasta la mañana siguiente.

Luego de la pubertad  /Minimoni omegaverseWhere stories live. Discover now